" Mayordomo personal " [septiembre]

4- Esto no es lo mío

Jardinería ¿eh? Jamás en mi vida había hecho algo como eso, la casa en la que vivía era demasiado pequeña por lo tanto no podíamos darnos el lujo de tener un maravilloso y gran jardín, en cambio aquí tenían dos espléndidos jardines.

La chica que cuidaba del jardín me pidió que fuera al cobertizo a buscar unos objetos que necesitaríamos para dar mantenimiento al jardín, a decir verdad no conocía todas las herramientas que me habían pedido que llevara, sin embargo recibí ayuda en esta parte.

Cuando tuvimos todo listo Riko comenzó a darme una lección express de lo que debía hacer y como hacer con cada planta del jardín, lo que debía usar y lo que no.

para ser sincero, pensé que iba bien con lo de la jardinería, regar las plantas era relativamente sencillo, quitar la maleza me genero problemas, pero aún así no era nada por lo que habría que preocuparse, lo realmente difícil llegó cuando tuve que poner los insecticidas, las explicaciones de Riko eran algo... incomprensibles para mi tarda mente en el campo de la jardinería.

(...)

Mi primer día había terminado, trataba de regresar a mi habitación cuando mi hombro y el de alguien más se dieron un leve empujón, voltee y me encontré con la fría mirada heterocromática de un chico pelirrojo, el cual por el choque había tirado unos libros que llevaba en las manos, me hinqué y los recogí todos para devolvérselos

-Perdón, no me di cuenta y ocasioné que dejaras caer tus libros- me diculpé

-No te preocupes, está bien ¿Hacia donde te dirigías?- me preguntó el pelirrojo

-Iba hacia el ala norte, donde están los cuartos de los empleados, quisiera tomar un baño, fue un día agitado- le dije sin más

-Ya veo, entonces que tengas una buena noche- se despidió mientras se alejaba del lugar donde estábamos anteriormente

<¿Quién será ese chico? seguramente es un empleado > repetía constantemente en mi mente, su mirada era incomprensiblemente hermosa, parecía una mirada excesivamente gélida, sin embargo era irracionalmente bella, era peculiar, no muchos tenían ese inusual color de ojos y menos esa bella heterocromia, me había enamorado de esa mirada que había visto por primera vez.

(...)

Como todo el día había estado ayudando no había tenido el tiempo para desempacar las pocas cosas que había decido llevar conmigo.

Saqué la ropa de mi valija y la colgué en el armario, acomodé unos libros en las repisas que había en la pared y saqué el par de tenis que llevaba conmigo, decidí darme un merecido baño ya que no olía demasiado bien que digamos y no podría conciliar el sueño por la picazón del sudor.

Amaba darme un baño por las noches, era muy relajante y me hacía sentir bien.

No tardé más de 15 minutos en bañarme, me puse la pijama y decidí acostarme en mi cama dispuesto a dormir, hasta que ese pensamiento invadió de nuevo mi mente <¿Quién era ese chico de hermosa mirada? > era extraño, jamás había pensado tanto en una persona que sólo he visto una vez, es sólo que su mirada te cautiva en un sólo instante.

<¿Quién eres? >

Ya que no podía conciliar el sueño use el viejo truco de contar indefinidamente y como era de esperarse funcionó y logré dormir

(...)

Me desperté y fui directamente al baño para darme un remojón rápido para quitarme el olor a dormido y luego me puse el traje de jardinería que Riko me había dado, para mi era mejor usar eso que estar vestido como una maid.

Salí de mi cuarto a las 8:00 am ya que debía estar donde Riko me había indicado a las 8:15, pero no esperaba lo que venía a continuación.

Un grito invadió toda la mansión, todos se sobresaltaron y salieron corriendo directamente a donde provenía aquel grito, yo sin saber que hacer los seguí y terminamos dando en el jardín.

-¡Tú!- dijo Riko mientras me jalaba de la playera -¡Mira lo que les has hecho a mis preciosas flores! ¡Están todas marchitas! - decía mientras señalaba al jardín sin vida.

-L-Lo lamento mucho, no quería causar esto- dije haciendo una pequeña reverencia

-Pfff tantos meses de trabajo se han hecho añicos ... creo que la jardinería no es lo tuyo, será mejor que vayas con Takao, quizá servir la mesa te venga mejor- dijo ella ya más calmada.

Volví a disculparme para luego retirarme a donde me habían indicado, supongo que servir la mesa no será cosa del otro mundo, al menos aquí no quemaré la cocina ni marchitaré las flores.

Pero había algo que quería aún más que no quemar cocinas o arruinar jardines, yo quería volverme a encontrar a aquel chico de mirada cautivadora

¿es mucho pedir acaso?