Parte 1 Sin Título

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Las luces estaban apagadas, tan sólo nos iluminaba el triste reflejo de la luz que se filtraba por los pequeños agujeros de las persianas bajadas.

-Katina... -No dejaba de delirar.

-¡Vamos! -Le exigí entre susurros.

Él aceleró. Mis piernas rodeaban su cintura con firmeza y aunque su ritmo no era flojo, yo seguía queriendo más. Le arañaba, no podía impedirlo, ya que lo único que controlaba en ese instante era el constante movimiento de su miembro embistiendo mi vagina.

-Joder, Alex, ¡Más fuerte!  

-Lo intento -Logró decir.

-Vamos... Sólo un poco más -Repetía desesperada-mente.

El chico aumentó el ritmo haciendo que el choque me doliera, pero me encantaba esa sensación, de hecho, mucho más de lo que imaginaba.

Tras unos minutos, Alex llegó al clímax dejando mi barriga repleta de su semen.

-¡Joder, tío, aquí no! -Reaccioné molesta.

-no te quejes, que me has matado -Respondió intentando respirar.

-Vamos, tonto, podrías haberlo hecho mejor -Respondí orgullosa mientras me limpiaba. El orgullo era lo que mejor me describía.

-¿Mejor? ¿Estás de broma, no? Casi muero.

-He visto perros haciéndolo mejor -Mi tono sarcástico le pilló por sorpresa.

-Si tan mal lo hago, ¿Por qué vienes a menudo?

-No tengo nada mejor que hacer.

Se estaba cabreando por mis comentarios y aunque el polvo había estado genial, había mucho que mejorar.

-Vete con tu novio y que te lo haga él -Repuso enfadado, enfadado de verdad.

Mi novio, el típico chico que enamora a todas las chicas. Su gran sonrisa era su mejor atributo, ¿O quizá lo eran sus llamativos ojos azules? El caso es que era perfecto, o casi perfecto... Nunca quería montárselo conmigo y cuando lo hacíamos, no paraba de decirme que prefería hacer el amor, ¡Pero qué cursiladas!

_¿Marc? Ni lo sueñes, él lo hace peor que tú -Dije mientras me ponía el tanga.

-No creo, porque si los perros lo hacen mejor que yo...

-Alexander no empecemos -Contesté mientras acababa de vestirme- Me paso mañana. O quizá pasado. No sé, cuando me apetezca.

-Si es cuando te apetezca en cinco minutos vuelves a estar aquí.

-Adiós, Alex -Me dirigí hacia la puerta- Ah y por cierto, ahora que pienso, mejor la próxima vez ven tú a mi casa, tu cama está dura.

Cuando cerré la puerta escuché como respondía algo por lo bajo, pero no logré entenderlo ya que estaba bajando las escaleras de su casa.


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Media hora después me encontraba en mi cuarto reposando sobre mi cama, escuchando una de las baladas que me había enseñado mi mejor amiga; Goodbye Agony, se titulaba. Cuando la escuchaba, todo en la cabeza me daba vueltas, era cuando me planteaba las cosas y me preguntaba si realmente me había equivocado con Alex. Yo quería a mi novio, eso creía, pero de vez en cuando, sentía un impulso hacia probar cosas con chicos nuevos. ¿De verdad valía la pena? Quizá debería contárselo a Marc, pero, ¿Y si me dejaba? Yo no iba a aclararme, así que decidí sortearlo con una moneda. 

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⏰ Última actualización: Oct 13, 2015 ⏰

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