CAPITULO II

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Harry.

Harry ama el arte. Siempre lo hizo, y siempre lo hará.

Cuando era adolescente consideró ir a la universidad para estudiarlo, pero terminó decidiendo que la vida universitaria no era para él cuando estaba en el segundo año de la carrera. Entonces, ¿qué haces cuando tienes diecinueve años, estas desempleado y ningún título? Te mudas a Londres. Al menos, eso fue lo que hizo Harry.

Probablemente no fue una buena idea en ese momento, considerando que estaba básicamente en bancarrota, y tampoco tenía un un departamento para cuando llegó ahí, pero tuvo la suficiente suerte de conocer a Nick en una cafetería un día. Hablaron y resulta que el compañero de cuarto de Nick justo se había mudado a Alemania. La habitación estaba ahí si la quería. Y lo hizo.

Así que, tomó la habitación y eventualmente se volvieron muy buenos amigos con Nick. Incluso consiguió un trabajo a medio tiempo en su estación de radio para ayudar con la renta. Era el chico de los cafés, no era exactamente lo que se imaginaba haciendo, pero por el momento estaba bien.

Entonces una noche escuchó sobre una nueva galería de arte que abriría en Soho y decidió dar un vistazo.

Vestido de gala y con un cóctel de frutas en su mano, se le ofrece la oportunidad de su vida, convertirse en un comprador de arte para un CEO del cuál nunca escuchó hablar. Le dijeron que tenía el "físico joven" del CEO, Richard, que estaba buscando un comprador.

Y eso fue todo. Harry se volvió un comprador, y uno malditamente bueno. La voz se corrió rápido y pronto tuvo los suficientes clientes como para mudarse a su propio departamento.
Tenía que admitirlo, el dinero era bueno, pero hacer algo que amaba para poder vivir, era mejor. Tenía el suficiente dinero en su cuenta bancaria como para darse lujos como sus botas Saint Laurent, las cuales coleccionaba religiosamente, y cualquier otra cosa que su corazón pudiera desear. Lo cual no era mucho, honestamente.

A Harry le gusta pensar que es bastante simple. Tiene un par de jeans que usa casi todos los días. Su departamento está decorado con algunas piezas de arte y algunos sofás blancos que hacen juego con la pared blanca. Le gusta el té, toma una taza antes de ir a la cama o no puede dormir. Tiene que ser de hierbas.

Pero su actividad favorita es bastante simple también, su amigo ama burlarse de él por eso.

Harry podría ir a un museo y ver las pinturas la mayor cantidad de tiempo que pueda. Esto usualmente significa quedarse hasta que el museo cierre en la noche.

Le gusta mirar las lineas con atención y las pinceladas. Es muy relajante y él simplemente lo ama.

Una ventaja adicional es que puede vislumbrar al lindo guía. Louis es su nombre. Él lo escuchó por casualidad una vez, de paso, de quien creía que debía ser el mánager, él le estaba gritando a Louis por olvidarse de cerrar el puesto de información la noche anterior.

Usualmente cuando Harry está en el museo, Louis está ocupado con los visitantes y sus preguntas, o dando tours. Está demasiado distraído como para notar a Harry pasando por el lobby.

A veces Harry se queda en la sección de arte esperando, con esperanza de que Louis vaya con su grupo de turistas. Pero nunca lo hace.

Intenta no deterse demasiado en el hecho de que Louis probablemente ni siquiera esté interesado, de todos modos, ni siquiera reconoce su existencia.

Asi que cuando Harry lo ve en la cafetería de la universidad que él a veces visita, (tienen el mejor té de hierbas de arándanos) no duda en darle una o dos sonrisas antes de irse con su taza humeante.

love is an art. (mine could fill a museum) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora