Capítulo 3

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¿Qué era lo que acababa de decir?

¿Una broma? En estos momentos no parecía ser otra cosa.

Una broma. Era imposible que él supiera de su existencia.

Julio lo observó, su la expresión de su rostro no parecía mentir. ¿Era verdad? Lo que él decía ¿podía ser verdad. Volvió a observarlo, sus ojos expresaban una pizca de esperanza.

¿Acaso él también buscaba a alguien igual?

Pero le parecía imposible.

¿Por qué él no parecía estar dañado?

¿Cómo puede sonreír de esa manera agradable?

¿Cómo podía parecer tan radiante hasta el hecho de quedar ciego?

Parecía una mentira. O eso era lo que quería creer Julio.

Muchas preguntas ocupaban su cabeza. De un momento a otro se sintió atestado. Demasiadas preguntas y pocas respuestas. 

Necesitaba entenderlo.

¿Cómo podía lucir con ese aspecto si pasaba por lo mismo que él?

Tal vez era diferente. ¿Podía ser diferente?

Entonces volvía con la misma pregunta, como esos novios que terminan un día y vuelven al siguiente.

 ¿Por qué él?

—Supongo que hice una pregunta en un mal momento —sonrió—. Eso no significa que no deseo una respuesta.

Antes que se diera cuenta la campana que indicaba el receso había sonado.

El profesor había salido del aula y los alumnos empezaron hacer un alboroto. Era de esperarse, después de todo tenían un nuevo compañero entre ellos.

A una distancia recortable se escuchó una conversación. Que daño aún más la poca autoestima del chico de cabellos oscuros.

Pero era de esperarse.

—¿Deberíamos acercarnos al chico nuevo? —habló un trío de chicas mientras se maquillaban.

—Dylan, si no lo recuerdo mal.

—¿Qué importa el nombre? —habló una mientras se encrespaba las pestañas—. Mientras sea guapo está bien.

Las risas salieron de sus bocas

—¡Toda la razón!

—Pero...ugh.... nuestro chico al parecer está con el fenómeno.

Sin previo aviso el castaño se levantó. Julio lo observó por unos segundos por su extraño acto, dejó de observarlo al comprender que era normal levantarse mientras el receso continua.

Él era el único que no era normal en su clase.

Las chicas siguieron hablando sin darle importancia a la situación.

—¡Pobre chico! No había ningún otro asiento —lamentó una rubia mientras se observaba en un pequeño espejo.

—Sí —le siguió la castaña—, el fenómeno arruina su aura de encanto.

—No hay modo —la morena dejó el labial dentro de un estuche—. ¿Nos acercamos?

Dylan se acercó a las pequeño grupo de chicas. No era del todo extraño, después de todo Dylan era un chico y a los chicos por naturaleza le atraen las chicas, además era guapo. El pelinegro sintió una pequeña molestia, era extraño, nunca le había interesado los demás. De alguna manera era hiriente, la primera persona que le hablaba, se había acercado a las personas que lo molestaban.

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2015 ⏰

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¿Existen ángeles en la oscuridad? [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora