Sakura lleva un hermoso vestido blanco cubierto de perlas brillantes, en la parte superior está bastante apretado y de la cintura para abajo cae en forma de campana con unas cuantas capas.
Lo que más llamaba la atención de todos aparte de su belleza es una elegante gargantilla negra en su cuello.
Esta nerviosa, sus manos sudan y su ahora esposo está despidiéndose de sus invitados más importantes. Levanta su mano y sonríe al ver el anillo de oro con un diamante bastante grande en su dedo, pero lo material era lo de menos, se hubiera conformado con cualquier cosa. Aún le parecía demasiado irreal, se casaron dos meses después de que él se lo propuso y ambos hijos de Fugaku y su cuñado se opusieron. Sin embargo, él no retrocedió y ella tampoco.
Estaba en el patio caminando lentamente por el césped y con una gran sonrisa en su rostro que se borró de forma abrupta cuando Sasuke sujeto su brazo y la hizo voltear con impulso.
–Me lastimas –él aflojo el agarre.
–Disfruta mientras puedas, Sakura. Mi padre pronto se cansará de ti.
Se alejo de ella y lo dijo porque quería atormentarla, así como él lo estaba al imaginar que sería tocada por otro, y cerró sus ojos tratando de que él coraje se disipe, pero estaba latente y no desaparecía. Su hermano mayor se acercó a él, colocó su mano en su hombro.
–¿Celoso de nuestro padre?
–Eres idiota.
–Yo lo estoy, es hermosa.
–Cállate.
–Admítelo, deseas cogerte a tu madrastra.
Sasuke estaba impaciente, su hermano sólo lograba cabrearlo más.
La pelirrosa finalmente entró en aquel auto que los llevaría al aeropuerto y luego al lugar donde efectuarían su luna de miel. Ambos hermanos se acercaron hasta su padre que parecía buscarlos con la mirada.
–Buena suerte, padre –pronunció el mayor y lo abrazo con bastante fuerza–. no quiero un hermanito. —susurro bastante cerca de su oreja para que sólo lo escuche su padre. Se separaron y él envolvió a su hijo menor en un abrazo.
–Vuelve pronto, Fugaku –murmuró el menor y el abrazo se terminó pronto.
La mayoría de gente despedía a los recién casados con emoción. El auto desaparecía lento de la mirada de todos y la fiesta en aquella mansión continuó.
Sasuke se dedicó a beber no en el salón con los demás invitados, en su habitación y solo. No podía dejar de pensar en ella, su rostro, su cuerpo, el como aquella gargantilla negra que él mismo compro adornaba perfectamente su cuello. Y lo peor de todo era que no la odiaba, se supone que debía detestarla, pero no podía.
No paso ni una hora cuando escucho golpes insistentes en la puerta. Respiro profundo intentando relajarse para no golpear a cualquiera que estuviera frente a él después de abrir, cuando lo hizo la expresión de su hermano consiguió asustarlo un poco.
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Lamentos en la oscuridad (Terminada)
FanfictionTodo empieza con un extraño amor que surgió entre una adolescente y el padre de ambos Üchiha, ella jamás imagino que un accidente acabaría con la vida de su esposo, dejándola ciega y a la merced de sus hijastros.