Lamentos en la oscuridad (Terminada)

Capítulo 3

Le abrió la puerta del auto, la ayudó a sentarse y le colocó el cinturón de seguridad. Una vez Sasuke entró al auto la quedo observando fijo por varios minutos. Tuvo que hacer demasiado para llevarla a casa. Quitar fotografías de su padre y cualquier cosa que a ella le recordará él. Lo admitía, sintió que traicionaba y heria a su padre, pero se consolaba pensando que era una manera de aliviar el dolor de Sakura. Luego estaba el lograr convencer a su hermano y su tío. Fue difícil, Madara incluso la daba por muerta e Itachi le dijo que era una locura. Los convenció, consiguió hacerlo después de que les dijo que haría a Sakura firmar un poder en el que ella renunciaría a la fortuna en la que Fugaku la incluyó. La historia que le dijo a Tsunade la casi madre de Sakura fue otro cuento, le mintió desde el principio que se la llevaría al extranjero para que los mejores médicos pudieran hacerla despertar de su coma. Los empleados fue algo más fácil, amenazó con despedir al que hablara y con eso podía permanecer completamente seguro que ninguno diría la verdad.

–Sasuke.

Dejo de mirarla.

–¿Qué sucede?

–Me duele la cabeza.

Ella no quería depender de él, era un extraño, no lo recordaba ni confiaba en él, sin embargo, como él lo había dicho, cuando pregunto a enfermeras y doctores por sus visitas todos respondieron que Sasuke era el único que durante las dos semanas que estuvo en cama había cuidado de ella. Y ahora sentía su cabeza partirse en dos y tenía que decirlo por qué estaba segura de que en cualquier momento se desmayaría

–Espera un momento.

Salió del auto y se alejó bastante rápido. Regreso con una botella de agua en sus manos, de los asientos de atrás tomo la funda de medicinas y busco la pequeña pastilla que el doctor dijo que le diera cuando los dolores de cabeza se volvieran intensos. Subió nuevamente al auto y le hizo agarrar la botella y la pastilla. Nota como la mano de la chica tiembla y la botella cae en su falda mojándola. Él se apresura en levantar la botella y cuando sus ojos se fijan en su rostro, ve las lágrimas que empiezan a mojar sus mejillas.

–Sakura –El llanto sólo se incrementó.

–Me duele mucho.

Él colocó la pastilla en la boca de ella y luego le acercó la botella. Tomo su mentón para que pueda beber sin atragantarse.

–Los dolores sólo los tendrás por algunos días, es normal, es posible que te marees y vomites también, pero luego te sentirás mejor.

Ella asintió un poco más tranquila. Aun así, las gotas de agua salada no se detienen. El Üchiha volvió a salir del auto sin embargo se quedó cerca. El doctor le dijo que sería difícil, y que las cosas se pondrían peor cuando empezará a perder la visión. Suspira. Debió simplemente dejarla con la mujer que la crio en el orfanato. No puede, la quiere cerca.

...

Tuvo que cargarla todas las escaleras hasta el segundo piso. La llevó a su habitación la recostó en su cama y se percató del sonrojo en las mejillas de ella.