Cuando ella vuelva

25. Sólo uno

NARRADOR OMNISCIENTE
Natsu cargó a su amada y la recostó sobre la cama

- Natsu...
- Shhh... Hablamos luego mi Luce

La voz de ambos parecía un suspiro, evitaban subir el volumen, como si eso fuera a romper el momento.
Se miraban fijamente a los ojos, el sonrojo de ambos era notorio, los años que habían pasado formulaban mil y un preguntas mudas entre ellos, mil y un preguntas que se resumían a una única e importante, una sola que los estaba matando por dentro... "Aún me amas?".
La única manera de resolver esa pregunta en ese momento era descubriendo si el simple roce de sus dedos aun los hacía sentir nerviosos, si podía hacerlos tocar las estrellas.

El joven dragón besó suavemente a su princesa en el cuello, ella se estremeció y le dio paso a que continuará, después de todo ella también lo deseaba.
Lucy jugueteaba con el cabello del ocupado pelirrosa, pasaba sus dedos a lo largo de su espalda, acariciaba sus brazos.
Natsu no podía continuar con su labor por culpa de la ropa, en un principio pensó en quemarla, pero no quería que ella viera la ansiedad que tenía por hacerla suya así que la quitó poco a poco, para su sorpresa la rubia sacó sus garras y desgarró en tiras lo poco que él usaba, excepto su bufanda, esta la quitó con cuidado.

Las alas de Lucy revoloteaban de forma brusca y desordenada y por culpa de ellas cayeron al suelo, ambos empezaron a reír sin dejar de abrazarse, por primera vez Lucy guardaría sus alas, le dolió pero lo logró y una vez más en el lugar de donde salían quedaban solo un par de delgadas líneas a manera de cicatriz, fina y aperlada.

Aun en el frío suelo se besaron, cada vez con más pasión, hasta que hizo falta aire para continuar, Natsu la volvió a subir a la cama y comenzó a juguetear con sus manos, explorando de arriba a abajo, dentro y fuera, saboreándola... su cuerpo era algo que tenía perfectamente grabado en su memoria, cada curva, cada rincón de su ser lo conocía a la perfección, sabia donde tocar para hacerla gemir, donde para hacerla suspirar, donde para hacerla pedir más y decidió abusar de eso.

La maga celestial simplemente no podía y no quería quedarse atrás, estaba consciente de lo que su amado estaba haciendo, así que bajó sus manos por su espalda y lo pegó a ella, aprovechó para girar y quedar sobre él, dejó un camino de besos desde su boca, pasando por su pecho y abdomen hasta su hombría, donde se quedó, hizo que Natsu suspirara con cada frote que le daban sus manos y luego sus labios, ella se preguntaba que tan lejos le permitiría llegar así y lo averiguó en cuanto Natsu se empezó a retorcer, lo miraba más que satisfecha, esta feliz, se aproximó a su boca y lo besó tiernamente.

El pelirrosa aprovechó para cambiar de nuevo lugares, estando sobre ella la miraba pidiendo su aprobación, con un movimiento de cadera entendió que podía proseguir, entró lentamente en ella, era la gloria para ambos, durante años habían soñado inconscientemente con ese momento otra vez.

En ese momento Natsu se dio cuenta de que el olor de Lucy empezaba a ser el mismo de nuevo, pero ese dulce aroma que lo volvía loco lo hizo de ir de una danza tierna y lenta a otra más rápida, más alocada, más desenfrenada.

Ambos gemían con cada embestida, el tacto de cuerpo contra cuerpo los hizo perder la razón de si, poco a poco el ambiente de la habitación empezó a cambiar, tenía olor de sexo y amor con música característica, el tenue rechinar de la cama los incitaba por más, aquella cama que había sido testigo innumerables veces de ese cariño, pero no fue la primera, la primera fue la cama de aquella vivienda ahora sin ocupar.

Aunque los dos querían que durará más, había pasado un largo tiempo desde que empezaron, sus cuerpos pedían liberarse, pedían sentir esa corriente eléctrica que abrazaba al corazón, esa sensación que les había dado dos hermosos hijos.

- Natsu!/Lucy!

Ambos se tensaron, se arquearon, llegaron juntos al clímax para luego caer rendidos en los brazos de Morfeo.
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Hallo! Qué tal quedó? Espero y les haya gustado :-)