¿Los angeles... existen?

¿QUE TE MUDAS?

Cuando me di cuenta, el había puesto sus manos en mi cintura, se ha cerco a mi y dijo:
- ¿Comemos algo?- Su sonrisa era inocente, y eso me gustaba. Yo le devolví la sonrisa, y dije:
- Sí, me parece bien.-
(............)

Fuimos a la pizzería o'sole mio, pedimos una focatcia y una pizza margarita.
-gracias por salvarme- dije yo amablemente.
- no fue nada- dijo el sonrojado.
- de todas maneras gracias, pero bueno, empecemos a comer.- empezamos a comer, yo como adoro la focatcia fue lo único que comí, igualmente no comí mucho. Me pareció increíble la manera en la que comía, cada trozo que se echaba a la boca parecía un bocado cielo que pasaba por las puertas más bonitas que había visto en mi vida. "Ojala pudiera probar esos labios" pensé. El se rió. "Mierda se me calló un poco de salsa encima, necesito una servilleta". Y el me paso el servilletero se lo agradecí y siguió comiendo. Me extraño un poco pero yo también seguí comiendo.

- y... Bueno, cuéntame algo de ti.- dije intentando crear un poco de conversación.
- no hay mucho que contar, creo que te he dicho todo, sobre lo de que me escapé y estoy buscando donde dormir pero bueno, si te refieres a lo que me gusta o no, me gusta tocar la guitarra y el piano, no me gustan los pepinillos, y pues no se que mas decir.-

"No me esperaba tanta información pero genial".

De repente me sonó el móvil, seguro era jeff, lo cogí y le dije:

- ¿que paso?-se oía bullicio detrás
- nada, solamente que me mudo a casa de Hunter, allí no tengo que pagar, lo ultimo que tenía que pagar ya lo acabo de pagar, encargarte tu de vender la casa- "¿QUÉ? NO ME PUEDO CREER QUE ME ACABE DE DEJAR CON EL MUERTO"
- esta bi...- me corto sin dejarme responder. Mire extrañada el móvil y Sebas me dijo:
- ¿que quería Jeff?-
- ¿como sabes que era Jeff?- dije dudosa, el se puso nervioso y respondió tartamudeando:
- bu-bueno, me lo su-suponía, ¿era jeff?-
- si, si era, me dijo que se mudaba, y que tengo que buscar a alguien para que viva en la casa... Espera, tu... Puedes vivir en mi casa, además te haría un descuento por ser amigo- dije sonriendole.
- Claro, ¿porque no?- me respondió la sonrisa.
"Genial"
Él me volvió a sonreír

Ter minamos de comer y fuimos a arreglar todos los papeles para la casa lo que nos llevo casi toda la tarde. Cuando volvimos a la casa me tire en el sillón agotada.

-Estoy muerta. Oye ahora que pienso ahora que vives aquí, ¿te quedaras en el cuarto de Jeff no?-

-Si, supongo que si- Dijo como perdido en sus pensamientos.