"Comienza por hacer lo que es necesario, y luego dedícate a hacer lo que es posible, y de repente estarás haciendo lo imposible"
- Francisco de Asís -
Tres años después del secuestro mi vida había cambiado por completo. De repente estaba metido hasta el cuello en la aventura de competir para ser presidente de Boca Juniors. Había pasado de tener el sueño de querer ser algo a intentarlo. Tenía apenas 34 años. Era mi gran proyecto, quería llevar a Boca a ser el club que yo pensaba que merecía ser: el más ganador, el más moderno, el más respetado, un club integrado a la comunidad, preocupado por formar jugadores de fútbol pero también por desarrollar como personas a los chicos de La Candela que llegaban ahí esperando una oportunidad para sus vidas.
Finalmente, tuvieron que pasar dos años más todavía hasta diciembre de 1995 cuando ganamos las elecciones.
No voy a contar otra vez qué pasó después porque es público, pero tengo que decir que aquel Boca logró todo lo que se propuso, hasta ganar en Tokio y convertirse en el mejor equipo del mundo. Sin embargo, en lo más íntimo de mí, Boca hizo algo mucho más importante que darme triunfos, me educó para la vida con enseñanzas que aún hoy guían todos mis actos. No sé muy bien cómo explicarlo, pero aprendí que la realidad no es algo estático que no podemos modificar, ni un destino que nos viene del pasado como una herencia o una maldición. La realidad -al menos una parte muy grande de ella- es vulnerable a nuestra determinación. Si avanzamos decididos hacia lo que queremos la realidad responde, se modifica, se orienta, lo que parecía un caos se ordena, la desazón se transforma en entusiasmo, y al final, una sucesión de pequeños logros nos lleva al éxito. Boca me enseñó que nada es imposible.
Lo segundo que aprendí es tan importante como lo anterior: la clave de todo logro no está en el talento de brillantes individuos aislados, sino en los equipos.
¿De quién fue el éxito que Boca tuvo en esa época? ¿de Bianchi? ¿de Palermo? ¿de Riquelme? ¿del "Mellizo" Barros Schelotto? ¿O fue el éxito de la suma de esas personas talentosas concentradas en un mismo objetivo? Yo fui una parte más de ese equipo, mi rol -esto también lo aprendí- fue crear las condiciones para que esos talentos se desplegaran con todas sus posibilidades.
Lo que voy a decir puede parecer una contradicción, pero es tal cual como lo viví. Todos los que formábamos Boca pudimos ver cómo, cuanto más resignamos nuestras ambiciones individuales para trabajar en equipo, cuanto más modestos fuimos como sujetos pero más audaces como conjunto, mas éxitos alcanzamos. Nadie que formo parte de aquel equipo obtuvo nunca una gloria deportiva mayor que cuando postergamos nuestra individualidad por aquel objetivo comun.
HOLAAAAAAAZ, CHIKS, MACRISTAS HE AQUI LA SEGUNDA CAPITULA DE ESTE HISTORIO. XOXOGAYLORDMILO
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Macri: amor o venganza?
ChickLitUn gran DT, un gran padre, un gran hombre. Pero, ¿Que pasa cuando se enfrenta con sus raptores? Se embarcara en un camino de discordia y venganza, o, acaso encontrara un amor por el cual dejar el pasado de lado. He aqui: MAURICIO MACRI.