Me acuerdo bien de que manera llegaste y como te trataron. Es que, ¿Quién iba a ser el reemplazante del mismísimo Ramón Angel Díaz y encima, como si fuera poco, estár a la altura de un técnico como él? La respuesta tenía nombre y apellido: Marcelo Gallardo.
Solo D'Onofrio y sus muchachos iban a pensar que aquel numero 10 campeón de (casi) todo en la institución iba a ser el encargado de hacer del lema de su campaña política ("Filosofía River ") una realidad.
Te dieron un plantel que como mucho tenía dos jugadores por algunos puestos, en los que uno de los dos, era horrible o no era su posición natural (Por ejemplo, el suplente de Mercado era Solari). Pero a vos no te importó nada. No te importó pedir UN refuerzo que hasta ese entonces era un don nadie como Pisculichi, para después convertirlo en el referente futbolístico de uno de los mejores años coperos de la historia del club. Tampoco te importó tener que sacar un central de altísimo nivel como Balanta, para sustuírlo por Funes Mori que aún después de ese heroíco gol a Boca en su estadio, no nos terminaba de convencer. Menos te importó armar un mediocampo con Ponzio, que no tenía continuidad desde 2012 y con tu llegada demostró ser un guerrero de sangre caliente en los partidos de Copa. Vos cambiaste todo lo que cualquiera dejaría como estaba, y te salió perfecto.
Hiciste historia. Tenés el mayor invicto en el profesionalismo del club, sos el único que ganó algo internacional como jugador y como técnico, te cojiste a los bosteros dos veces en seis meses, fuiste campeón de la Sudamericana invicto y encima, nos hiciste ser el único equipo en ser conquistador de América de la A a la Z: Ganaste Sudamericana, Recopa, y Libertadores consecutivamente. Sos campeón de todo lo que organizó la CONMEBOL desde el segundo semestre de 2014 hasta hoy.
Leés los partidos, y si hay que jugar sucio, jugamos sucio pero con estilo. Si hay que lavarle la cabeza a los jugadores en 15 minutos para que den vuelta un resultado adverso en 45', vos lo hacés sin ningún problema.
Gracias a vos creí, y vi, como lo imposible se hacía posible, y se veía materializado en una Copa que hoy está en las vitrinas del museo.
Vi como uno puede ser campeón de América teniendo de 9 un pibe que nunca en su vida jugó un mísero partido internacional, el cual VOS pediste, y que gracias a VOS la rompió en los últimos partidos de Libertadores, convirtiendo en la semifinal y final de la misma. Nunca me va a a dejar de sorprender.
Sos como nuestro papá. Cuando uno es chico, ve a su papá como Superman, por más gordo que esté, pensamos que de su mano nada malo podría pasarnos. No importa cual sea la problemática. Si tu viejo te llevaba a upa por la franja de Gaza sin protección, no te iba a rozar ni una sola bala.
Algo similar pasa con Gallardo. Con Gallardo te sentís seguro. Con otro DT uno se preguntaría cosas como "-¿Por qué lo saca a Fulanito que viene jugando bárbaro, y lo pone a Menguito que come banco hace un año? Este tipo no sabe nada", pero con Gallardo no. Si él dice que para ganarle a Boca hay que jugar sin arquero, vos le creés, por más irónico que sea. Fiel ejemplo de esto es que gracias al "Muñeco" para nosotros ganarle la final del mundo al Barcelona es más posible que imposible. Algo se va a inventar para que los cuatro del fondo sean la muralla china contra Neymar, Suárez y Messi, y que de alguna forma, Mora le gane en el salto a Piqué y Alario la pise en la cara de Dani Álves.
Para mí, lo "imposible" solo existe para aquellos que no cuentan con vos, Muñe. Sos el gran estratega del fútbol y para mi, sos el mejor técnico del mundo y de la historia de River. Perdón si es una falta de respeto, pero como Gallardo no hay ni va a haber.
Y como dijo Atilio Costa Febre después de eliminarlos en las semifinales: "Sos petiso y bravo como Napoleón, Muñeco".
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"Sos petiso y bravo como Napoleón".
NezařaditelnéAño 2014 y River, técnicamente dirigido por Ramón Díaz conquistaba el Torneo Inicial de aquel entonces. Por cuestiones económicas el "Pelado" dejó su cargo en el club, y entre tanta incertidumbre apareció un viejo conocido de la casa, que nos iba a...