Capítulo 12.

32.8K 2.6K 684
                                    

//Narra Taehyung//
No podía creer que Hoseok, mi Hoseok, al mismo que besé hace poco más de un año estuviera aquí, no podía creer que fuese a verlo de nuevo. Tenía ganas de abrazarle y volver a oler su perfume y sentir sus suaves manos por mi mejilla y ver la sonrisa tan bonita que ponía siempre, justo cuando nos encontrábamos cuando quedábamos.

Hoseok podría haber sido un típico amor de verano que ni si quiera era, o eso pensaba, correspondido. Nunca me esperé aquel beso, pero quizás fuese verdad el hecho de que no sentía nada, no significaba nada. Hoseok era el chico de ojos y pelo castaños con el que llevo pensando un año. El chico mayor que le gano en estatura por centímetros y que hacía lo que podía cocinando, igual que yo.

¿Quién me diría a mí que acabaría enamorado de ese idiota que ni me ha llamado en este tiempo? No sé si siguió pensando en mí de la manera en la que yo lo hice, pero lo que sí sé es que una vez aquí pensó en mí y me llamó. Y volví a escuchar su voz, esa voz. Es cierto que el móvil no emite la voz real, pero era muy parecida. Aunque haya cambiado un poco. Espero que aun pueda identificarlo con un simple hola y siga llevando el mismo perfume, no haya cambiado mucho. Y sobre todo, espero que no haya crecido. Quería seguir siendo algo más alto que él, aunque de centímetros se tratase.

Me duché rápidamente. No me había dado cuenta hasta entonces, cuando fui a mi habitación a vestirme, que Jimin había sacado de aquí sus cosas y sus cartulinas. ¿Se había cansado de mí? No sé, podría haber avisado al menos de que se iba. Una llamada, un mensaje o incluso una nota en la puerta de la nevera. La hubiera visto cuando bajase a beber agua, cosa que no tardaría mucho en hacer.

Hablando del rey de Roma, parece que aparece a mi llamada, o pensamiento en este caso. Venía acalorado pero feliz. No tanto como estos días, no entendía muy bien. Pero quizás había pasado algo malo que le resultó gracioso. O vete a saber qué, Jimin es una caja de sorpresa que se hace cada vez más grande cuando duerme.

-¿Dónde vas tan guapo, Taehyung? -Dijo él tumbándose en el sofá después de echarme un ojo de arriba abajo.

No iba tan guapo. Llevaba mis pantalones pitillos para ocasiones especiales y una camiseta ancha a más no poder que tenía ciertas roturas en el cuello y mangas.

-No digas estupideces. -Le tiré el tapón de la botella.
-No lo son, estás simple, pero guapo. ¿Dónde vas? -Me lo devolvió.
-He quedado con el chico que te dije que me gustaba.
-¿No me dijiste que no te gustaba nadie? -Me miró sorprendido.
-No sé... ya no lo recuerdo.

Se levantó rápidamente y me abrazó. Ahora el muy idiota estaba mucho más feliz. Me estaba despeinando el pelo y agarrando las mejillas. Tuve la suerte suficiente de que no me tocara los ojos y me desmaquillara. Poner eyeliner en esos ojos no era para nada fácil y yo no tenía maquilladores profesionales cual idol.

-Es un chico que conocí en verano. No es de aquí, ha venido y quiere verme. -Dije apartándolo y peinándome de nuevo.
-Voy contigo.
-Sí hombre. -Me reí.
-Que voy contigo. -Estaba muy serio.- ¿Y si es un violador? Taehyung, Taehyung, tienes que tener cuidado.
-Jimin...
-No Jimin, ni hostias. Voy a ir.
-Bueno vale, pero vas, le ves y te vas.
-Sí, no me quiero quedar a ver como os coméis la boca estando yo presente.

Me reí y me senté en el sofá a esperar a que el señorito se arreglase. Menos mal que aún quedaba tiempo gracias a que yo suelo arreglarme con suficiente tiempo.

---

Quedamos en un parque que había cerca de la casa de Jimin. No me parecía muy mal sitio y tal vez fuéramos a una cafetería o a pasear. Me apetecía mucho volver a la casa de la playa, en la que siempre estábamos solos, siempre olía a él y siempre estaba mejor que en la habitación del hotel.

I won. ‹Jikook›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora