Pedro.
Mi vida amorosa tiene un tiempo límite, es más cortas que otras, así que no tengo tiempo que perder tengo que brillar como fuegos artificiales en un cielo de verano. Lo descubrí cuando tenía 8 años .
Estaba jugando con Sofía en el hospital.
--Genial, tu corazón esta latiendo muy rápido--dijo Sofí ya que ella estaba revisando mis latidos.
--Wow, doctora no sé porque, pero...
--¿Qué pasa?-- interrumpió ella.
--Estoy nervioso y tengo un dolor en mi pecho.-- respondí.
--Suena mal, veamos. Bájate los pantalones-- ordenó, yo aun no captando bien lo escuchado solo la mire, y ella lo notó--Quítate la ropa interior--volvió a ordenar.
--¿Qué?--respondí asombrado.
--No seas tímido soy una doctora y estoy acostumbrada a esto, así que quítatelos--ordenó y me empujó a la cama, tratando de bajar mis pantalones.
--¡Sofí! espera un momento-- pero ella no me hizo caso.
--Date prisa--dijo tratando de quitármelos.
--¿Qué estas examinando?--cuestioné. Pero ella ignoro mi pregunta.
--¡Dije que te los quitaras!-- ella estaba a punto de lograr su objetivo así que pedí ayuda.
--¡Enfermera! ¡Ayuda!-- pedí, pero en ese instante en la ventada de la habitación, alumbraron los fuegos artificiales y Sofía se detuvo y voltio a ver.
--¡Sofí! ¡fuegos artificiales!-- dije emocionado. Eran demasiados y de muchos colores.
--¡Son preciosos!-- respondió ella emocionada y saltando de la cama.
--Si, lo son, Sofí, voy a buscar a mis padres.
--Trae comida en el camino-- dijo y solo asentí. Camine en busca de la habitación en donde ellos se encontraban, después de unos minutos los encontré, pero la voz de mi mamá me detuvo abrir la puerta por completo, así que solo abrí un poco, para que no me notaran.
--¿Quiere decir que Pedro no se recuperara?--dijo mamá.
--Por supuesto no hemos perdido la esperanza. Pero, por favor entiendan que por el momento no hay cura conocida--hablo el Sr. Rafael, quien es el doctor--Así que, esto no es una cura, pero, su dieta y actividad física, deben estar controlados.
--Pero es para alargar su vida, ¿no es así?-- preguntó mi padre preocupado.
--Si hacemos estas cosas..- mi padre habló, callando a mamá.
--¿Cuánto tiempo le queda de vida?
--¡No!--respondió rápido mamá.
--Lo debemos saber-- afirmó papá.
--El corazón de Pedro no resistirá el crecimiento de su cuerpo...--pauso un poco--A este paso Pedro no llegará a los 20-- en ese momento me sorprendí, aún en estado de shok, cerré cuidadosamente la puerta para que no supieran que estaba ahí, escuche que alguien lloraba, así que voltee a ver, y me encontré con Sofí.
Mi vida amorosa tiene un límite, déjenme refrasearlo, nuestra vida amorosa tiene un límite.
Después de unos días decidieron empezar con los tratamientos y mis exámenes. Fui al hospital para empezar con aquello. Me colocaron un aparato en el brazo pero dolía.
--Paren eso-- me quejé.
--Parece cruel, pero le servirá, para que no se mueva.
--Paren eso, prometo que me quedaré quieto-- aseguré.
--Se que puedes Pedro, se buen chico-- habló una enfermera.
--Tengo que orinar--informé.
--Llevas pañales puestos así, que hazlo ahí-- dijo mamá.
--No quiero, pruébalo mamá, orinar en pañales y que alguien los cambie, es feo--respondí.
--Tienes razón, ya no eres un bebé-- después de unos minutos, había hecho en los pañales, eran tantas mis ganas que tuve que hacer.
--Me he orinado, cámbiame--le dije a mamá. Ella asintió y empezó a buscar los pañales. Me sentía triste--Lo siento--hablé. Escuché como mamá empezó a llorar y era lo que más me entristecía.
--Yo los cambiare, espera afuera--dijo papá y mamá salió.
--Perdónanos Pedro--dijo papá-- desearíamos poder quitarte el dolor, siento que tengas que pasar por esto y escuche como mamá lloraba desde afuera.
Sofía.
Me encontraba en el jardín del hospital, buscando un trébol de cuatro hojas, cuando escuché unos pasos, cuando voltee, me encontré con Pedro.
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Espero les guste, dejen su comentario y su voto, gracias!!
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MI PRIMER AMOR
Teen Fiction--No importa cuantas veces nos encontremos, me volvería a enamorar de ti, aún sabiendo, las tristezas y luchas que tengo que afrontar-- dije, mientras dejaba escapar un suspiro al cielo.