Declaraciones

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Había algo que tenía intranquilos a los zamezukas.

Hacía unas horas en la práctica conjunta habían competido Haruka y Rin, quedando el Matsuoka apenas microsegundos delante de Haruka. Pero eso no fue lo más raro del día. Al salir del agua, Makoto como siempre había tendido su mano a Haruka para ayudarle a salir del agua, y luego de eso rozó su mejilla con un ligero beso.

Automáticamente las caras de los zamezukas se transfiguraron, y cuando el pelirrojo quiso seguirlos a las duchas Nitori se acercó a los gritos a felicitarlo.

Por suerte o por desgracia Sousuke no perdió el tiempo y fue directo tras ellos, cosa que dejó a Rin algo más tranquilo, al menos hasta que el azabache le contó lo que había visto.

-¿Estás...estás...?

-Cállate, Rin. Ya te lo he dicho, ¿crees que me gusta repetirlo? -el pelirrojo empezó a dar vueltas en el cuarto sin mirar a Sousuke que había quedado sentado con los brazos cruzados- ellos... maldición, ¿por qué tenía que pasar?

-No sé tú- empezó a decir Rin con voz potente- pero no voy a dejar que Makoto se quede con Haru.

-¿No oíste? Haruka lo besó en los labios, no era un consuelo. Lo más seguro es que están juntos. Asunto terminado- Rin sintió su rostro desfigurarse.

-No quiero creerte. Pero... ¿fue en los labios? ¿No estaban de espaldas a ti?

-Si no fue en los labios fue muy cerca, y Tachibana estaba ruborizado... -Sousuke frunció el ceño- pero...lo vi sonreír.

El azabache se levantó y se acostó tapándose la cara con su brazo.

-A mi me importa otra cosa.

-¿Por qué no puedes aceptarlo?

-¿Y tú así de fácil vas a rendirte?- Rin cruzó la brazos enfadado parándose delante de las camas- Me importa Haru y sólo él...

-Haz lo que quieras- Sousuke volteó hacia la pared- pero no me metas en tus cosas.

-¿No me habías dicho tú que Makoto era lo más lindo que habías conocido? ¿Que nadie tenía que dejar pasar a alguien como él? ¿Que si te daba una mínima oportunidad ibas a luchar para...?

-¡No es lo mismo! -Sousuke se giró ofuscado- Si él quiere a Nanase yo no puedo hacer nada contra eso...- el otro sacó sus afilados dientes.

-¡Pues yo sí! Y si no vas a ayudarme, ¡allá tú!

El Matsuoka salió del cuarto enfadado, llegó al patio del instituto y marcó:

-¿Hola? ¿Haru?- el pelirrojo se sorprendió de que le contestara tan pronto- ¿Estás en tu casa?

-Rin... No, estoy en casa de Makoto.- Rin se quedó en silencio, si ya estaba molesto esto lo molestaba aún más- Iba a llamarte. Necesitamos hablar. -el colorado sintió su corazón acelerarse hasta dolerle.

-De acuerdo. En dos horas en la playa.- Rin cortó de inmediato, no esperó siquiera que el otro contestara.

"En casa de Makoto..."

El dolor se hacía más intenso, no era justo, se había convencido ya de que Haru iba a corresponderle, solo tenía que declararse... ¿o es que él había visto mal las señales y en realidad Haru nunca lo vio más que como un amigo? Incluso habían salido un par de veces solos a algún que otro lugar.

Se revolvió el cabello respirando hondo, sus ojos se llenaron de agua, no resistiría más sin llorar. Esto no tenía que estar pasando.

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