Fullmetal Alchemist--One Shot

#3

Wenans sjshshd *--*

Advertencia:

ESTE ONESHOT ES PURA INVENCIÓN. Nada de esto sale en anime. Shgdhshd disfruten <3

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-Lo habías escuchado todo. ¿Y ahora qué se supone que debo hacer? -Suspiró rendido y cerró sus ojos.

Todo se volvía cada vez más silencioso, la abuela Pinako se había dado cuenta que ya no había nada que hacer y fue a trabajar en otro implante que un cliente le había pedido. Ed, por otra parte, se quedó meditando en el sofá. ¿Qué debía hacer para reconciliarse con Winry?
No quería irse así sin haberse despedido de ella, pues era una persona muy importante para él. Y tomando en cuenta de que estaba en un peligro constante, lo mejor era estar bien entre ellos dos. Pero no hallaba la forma en que sucediera eso. Le generaba un gran dolor de cabeza y una angustia terrible.

Quizá debería decírselo, decirle sus sentimientos de una vez por todas y terminar con el agrio gusto que tenía cuando volvia a verla.

Se levantó del sillón carmesí y fué hacia afuera, esperando encontrarla rápidamente, cosa que no hizo, haciendo que este se enojara consigo mismo.

No se tomó gran preocupación para encontrarla, sino que buscó despreocupadamente por cada uno de los lugares, esperando que ya se hubiera ido a casa.

Pero al pasar por el río en que Al siempre iba, se fijó en la orilla.

Una melena rubia resaltaba entre las hierbas, ondeándose con el viento que hacía que esos finos cabellos se hicieran hacia atrás y se pudiera ver su rostro enrojecido por las lágrimas que había derramado momentos antes.

-Winry... -Susurró apenado y una presión en su pecho se generó. Entonces tomó todo su valor y se acercó sigilosamente hacia ella, para que no se diera cuenta que él estaba allí. Pero no le resultó, pues a los pocos pasos que le faltaban para llegar, ella se dió cuenta y giró precipitadamente, abriendo los ojos sorprendidamente para luego transformarlos en una mirada asesina.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó recelosa, haciendo que el chico diera un paso atrás.

-Eh...yo... -Tartamudeó nervioso, buscando una respuesta.-He venido a pedirte disculpas...ya sabes, por todo...

-No las necesito. -Espetó tozudamente y tras eso se levantó. -Yo ya he dejado en claro nuestra posición. Adiós Edward.

Se dió la media vuelta y se aproximó a irse a otro lugar, pero Ed le agarró el brazo, deteniéndola.

-¿¡Qué haces?! ¡Suéltame! -Chilló pegandole codazos y manotazos, pero él fué más rápido; y en un acto reflejo, empujó a Winry contra el piso, haciendo que cayera él también.

-Tú...Estás Loco... -musitó con la respiración entrecortada mientras sus ojos dudosos miraban fijamente a los del chico. Y éste, aún no encontraba las palabras para iniciar la conversación que tanto esperaba.

-Estás equivocada. -Fue lo único que dijo, y tras esto, como si fueran palabras mágicas, ella se calló y lo miró directo a los ojos, confusa.

Debutante sobre el siguiente paso, frunció el ceño y determinó que debería de seguir sus sentimientos. Y eso hizo.

Se acercó a la rubia, y las manos que estaban afirmando al joven fueron remplazados por sus codos, estando mucho más cerca.

Cerró los ojos y recordó el tiempo en que empezó a tener sentimientos por ella.

Tenía ocho años, él se había ido a practicar alquimia con Al y ella estaba ayudando a la Abuela Pinako. De un momento a otro el círculo que estaba tratando de hacer funcionó e hizo algo que no estaba en sus planes, pero sin duda fue hermoso: de un pedazo de metal, se transformó en una flor de metal que él veía a menudo cerca del río.