Soul Crossing: Absolución

Hubo una época en que en la Tierra la magia era importante, la gente podía usarla sin temor alguno y con total libertad. Estaba al acceso de todos y sus usos eran tanto bélicos como para hacer más fácil la vida en las ciudades y los pueblos y muchas cosas se descubrían con el pasar de los tiempos gracias a este poder.

Como resultado de este poder, se creó un portal mágico conocido como Soul Crossing. Este permitía a todos ir a otros mundos tanto distintos como iguales a la Tierra, ya sea con deseos de ganar dinero, aventurarse, o mudarse a un nuevo lugar. Cada cierto tiempo, un nuevo mundo era conectado a este, con lo que aumentaban las oportunidades para todos, pero aveces ocurría que estos se "perdían" y dejaban de estar conectados a este método de viaje.

Debido a la necesidad de controlar a los mundos que se hallaban en el Soul Crossing y evitar un guerra entre estos, se creó el "Senado", preocupado de mantener a línea a unos de los otros y de elegir cuidadosamente a los que entraban y que debían ser sacados, si fuese necesario.

Los aventureros llegaron de golpe cuando comenzaron a aparecer nuevos mundos, que siempre ocultaban secretos y lugares para explorar, donde cualquier cosa, tesoro o peligro que valga la pena. También servían como un servicio de búsqueda, caza y captura, entre muchos otras utilidades, a la mano de casi cualquiera, y este era el método que estos viajeros utilizaban para ganar dinero y hacer fama. Los que lograban una hazaña increíble o salvaban el día, por así decirlo, eran llamados héroes.

Pero ocurre que los miembros del Senado comenzaron a sentirse más y más poderosos, por lo que comenzaban a ser más inflexibles y cometían más errores de lo normal (aunque para ellos era lo correcto y nadie podía decir lo contrario), sacando mundos que no debían y no se daban cuanta de cual era el peligro... sin embargo, puede decirse que no eran corruptos fácilmente, aunque no sorprendería si eso estuviese errado. Debido a esto, la Tierra se separó del Soul Crossing y la magia y las demás razas se fueron, solamente quedando algunos avances tecnológicos, mitos y los humanos en el posible olvido y con un destino de destrucción, lo cual se veía venir desde hace mucho tiempo debido a muchas situaciones. Esto fue en la mitad de la Edad Media.

Debido a esto, y muchas más cosas, una nueva época de confusión comenzó nuevamente en los alrededores del Soul Crossing y nuevas guerras y problemas llegaron para quedarse y amenazar el delicado equilibrio que quedaba.

Todo esto comenzó en una época muy antigua, una que a sido olvidada y es imposible llegar a conocer a alguien que la recuerde, donde la Tierra aun no enfrentaba los grandes problemas que iba a enfrentar, cuando recién comenzó todo y la primera amenaza apareció.

La Atlántida fue la más grande civilización que hubiese estado alguna vez en este mundo, y lo era por sus avances tecnológicos y conocimientos mágicos, que eran tan grandes que, en sus últimos siglos de vida, crearon una raza llamada Unerisen, una especie de cruce entre un humano y animal que era reconocible a que tiene orejas y la cola del último, dotados con inteligencia y habilidades naturales, gracias al erudito llamado Minju. Los humanos que vivían en la Atántida tuvieron a los unerisen cuando faltaban tres siglos y medio antes de que la civilización fuese arrasada.

Los Makthrub, nombre que tuvieron los últimos trece reyes de la Atlántida fueron los que se preocuparon de que los unerisen no se liberaran y que siguieran siendo esclavos sin importar lo que digan. El último rey, al ver que un unerisen rebelde mató a su padre cuando tenia 13 años, vivió el resto de su vida con odio hacia esa raza. Cuando cumplió 25 años, instauró un grupo de caza y tortura de esclavos que se aseguraran de detener cualquiera se atemorizara de solo pensar en rebelarse, llamados "Recolectores".

Pasados tres años de la aparición de este grupo de asesinos, la cacería de dos unerisen y un bebé dio como resultado que el recién nacido fuera entregado a un mercader llamado Dobhran, el más rico de la civilización, como un regalo por su lealtad y por la amistad que compartían. Este unerisen, se llamaba Jaziro.