-¡Max! - dijo ella con un tono un poco exaltado y de <<PRESTA ME ATENCIÓN CUANDO TE HABLO>>
-¿qué decías? - respondí desconcertado y un poco desubicado (la verdad me había perdido en sus labios). Cuando volví a la realidad me di cuenta que sabía mi nombre, ¡JA! Por un momento en mi mente me dije a mi mismo <<no vayas a ser más patético de lo que eres>> suena cruel viniendo de mí pero eso pensé por un momento.
-¿NO ME ESTABAS ESCUCHANDO? - dijo ella con enojo.
- ¡Claro que sí!, solo me distraje por un momento (en sus labios claro está) - dije rápidamente para no quedar como un completo tarado.
-¿entonces irás conmigo? - preguntó un poco más calmada.
- sí. - asentí con la cabeza un tanto preocupado.
- ¡Vale! - Ella me miró y sonrió, su nariz se arrugo y se marchó a hablar con su padre.
Aunque verla sonreír me hizo sollozar de alegría me sentía preocupado porque sabía que me había invitado pero no precisamente para pasar tiempo de calidad conmigo. Esta el, un tipo alto bien parecido junto a ella, el grado de incomodidad era increíblemente grande, sentía que iba simplemente para danzar "el baile de los que sobran". Ese tipo del cual no recuerdo su nombre era mi dolor de cabeza ese día, era el "PERO" que me impedía estar con lau.Por mi mente se cruzaba la vaga idea de que este estúpido tipo muriera arroyado por un automóvil, pero pensé que si eso pasaba también me impediría pasar tiempo con ella. Al final decidí caminar en silencio detrás de ella, detrás de su sonrisa como si fuese un llavero en su bolso que la acompaña atado a ella. Caminé detrás de ella cabizbajo por alrededor de unos 15 minutos hasta llegar a nuestro destino. Al llegar el estúpido tipo con el que iba corrió eufórico y alegré hacía una chica, al principio no lo entendía pero ella era su novia y al darme cuenta de eso mis ojos se iluminaron en la oscuridad de mis escasas oportunidades con ella.
Ya eran casi las cinco de la tarde y había llegado tan añorado momento para mí, ¡Estaba solo con lau! Pero para mi desgracia me sentía algo incomodo en esos momentos, era como si tuviese pena en hablar con ella una pena como la que experimentas al invitar a una chica que te gusta a salir contigo por primera vez.
Me quedaban tres horas para disfrutar con ella no podía desperdiciar el tiempo el cual era muy escaso.
Laura vivía muy lejos de mí sin mencionar que casi nunca visita a su padre.
Pero era un día muy lindo, un día lindo que valía la pena vivir hasta el final.El clima era estable y apresar de ser un sábado soleado de agosto el calor no era intenso, había un par de nubes blancas y puras que no parecían que iban a ser un impedimento para un gran día, sin más preámbulo y ya decidido a llamar la atención de Laura, pensé en decirle lo linda que estaba al compas del la lluvia resplandeciente del sol, sonaba cursi muy cursi pero iba a decírselo. Me dije << Quizás le guste mi alago>>.
Pero al momento de hablar de mi boca salió solamente -"hace un bonito día", a lo cual ella respondió:
- Si. Uno bueno para ir a un concierto
- Me alegro que te sientas bien, ¿sabes? A mí no me gusta esta música pero no quería dejarte ir sola con ese tipo - Respondí yo.
- Me alegra que lo hayas hecho, ese idiota se ha olvidado completamente de mí al ver a su novia. - Me dijo mientras me daba un pequeño abrazo.
- y tu ¿tienes novio? - Pregunte con mucha curiosidad
Titubeó, divago y dudo pero al final respondió - ¿Tengo cara de estar con alguien? A lo cual respondí con una sonrisa esperanzadora.En ese momento sentía una vibra positiva que nos unía y que nos llevaría de la mano, pero yo no contaba con que la lluvia resplandeciente se acabaría, que las nubes blancas y puras se volvieran un recuerdo, que el sol se escondiera y que esa vibra positiva ya no se sentiría.

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EL VALOR DE UNA VIDA.
Ficção AdolescenteEs increíblemente irónico y curioso que la vida se puede formar en fracciones de minutos y así mismo se puede acabar. No entendemos el valor de la vida ni del tiempo hasta cuando ya es demasiado tardé, todos incluyendome no lo entendemos. Y la vida...