Me tiré sobre la cama, agotada por haber permanecido tanto tiempo en pie. Definitivamente agotador.
Alcé la mirada buscando el ordenador, que por supuesto no estaba en mi habitación, mi madre y Valeria pasaban horas viendo películas juntas cuando Vale no podía salir de la cama.
Llevábamos años intentando descubrir lo que le ocurría pero en todos los sitios decían lo mismo. 'No tiene defensas en el aparato respiratorio' ¿Era aquello incluso posible? Quien sabe.
Mi teléfono comenzó a sonar encima de la mesilla. Alargué la mano y lo agarré sin demasiadas ganas.
-¿Si?
-¡Victoria al aparato! ¿Qué haces pequeño saltamontes?- reí negando por su apodo y observé el techo blanco sobre mi cabeza.
-¿Ahora mismo? Nada, no hagas que me levante por favor, hoy ha sido un día agotador, me va a reventar la cabeza y no bromeo.- dije cerrando mis ojos mientras mi mejor amiga reía al otro lado de la linea.
-Voy para tu casa, porque estás allí, ¿no?
-Aquí estoy.- me incorporé en mi cama y pasé la mano por mis ojos asintiendo a la nada.- Sacaré palomitas.
-Que bien me conoces.- las dos reímos.- Ahora nos vemos.- colgó el teléfono y me levanté sacándome los zapatos de los pies a tirones.
Cuando conseguí desenvolverme de las tres capas de ropa que llevaba y quedarme con unos simples vaqueros y una camiseta bajé a la cocina a preparar las palomitas de Victoria.
Nuestra amistad había surgido de la forma más extraña que puedas imaginar.
Ella y yo siempre fuimos a la misma clase, siempre estuvimos en la misma clase de deportes y nos sentamos siempre en la misma mesa del comedor, pero no fue hasta que cumplimos los 16 y ella encontró trozos de mis libros por el pasillo del instituto que no se acercó a mi. Casualmente a las dos nos encantaban los libros y leer, así que pasamos horas y horas en el patio hablando sobre personajes e historias.
Y nos hicimos mejores amigas. Era curioso vernos juntas, por el simple hecho de que contrastábamos mucho juntas, física y psicológicamente. Ella era morena de pelo chocolate y de ojos oscuros, con la piel ligeramente bronceada y siempre estaba de allí para allá, saltando, riendo y siendo simplemente amable con todo el mundo.
Y yo era... yo era yo. Pelo rojo, ojos azules y la piel blanca como la nieve, sin contar las horrorosas pecas debajo de mis ojos y por mi cuerpo. Eran realmente horrorosas. Yo solía reirme de las tonterías que Vi decía y siempre estaba agachando la cabeza sin decir palabra alguna, porque ella lo decía todo. Y eso a veces (prácticamente siempre) ayudaba, mucho. Porque ella tenía las palabras exactas y necesarias para hacer que nadie se molestará y contentar a todo el mundo, y yo nunca tuve esa gracia con las palabras.
Y juro que no miento si digo que en mi casa siempre ha sido una más, hasta mis abuelos la tratan como de la familia. Porque cuando mi padre murió su familia nos ayudó con todo lo que pudieron. Y eso hizo que fuéramos aún mas amigas, si eso era posible.
El timbre hizo que despertará de mis ensoñaciones y corrí a abrir la puerta.
Detrás de esta estaba mi amiga embutida en abrigos.
-Lia, tu casa huele a quemado.- dijo ella y giré mi cabeza hacía la cocina. Genial, las palomitas. Corrí hacia el microondas y saque la bolsa dejándola en sobre la encimera.
-Mierda.- murmuré frotándome un ojo. La puerta cerrándose y los pasos acercándose indicaban que Vi había entrado a la cocina.
-Siempre lías alguna.- me miró y me encogí de hombros.
-Estaba distraída, lo siento.- la miré y las dos reímos.
-Te ayudo a recoger este desastre.
-Por favor.
Y así sin darme cuenta pasé media hora sin pensar en Harry Styles... oh, maldición, lo hice de nuevo.
* *
*
-Tengo algo que contarte.- dije dejando el bol de 'gusanitos' encima de la mesa del salón.
-Oh dios, ¿estás embarazada?
-¡¿Qué?!- exclamé frunciendo el ceño.
-Tu sabes que yo te apoyo en todo Lia pero deberías haber tomado precauciones, y encima que no me hayas dicho nada... ya te vale, eh. Osease, yo lo entiendo pero, Valeria y tu madre no se como lo van a tomar, ya sabes, tienes solo 18, eres como... ¿extremadamente joven? Eso.-soltó mientras gesticulaba exageradamente. Negué con la cabeza y agarré su brazo.
-¿De que hablas Vi?
-¿No estás embarazada?
-No.- soltó un suspiro y sonrió pero repentinamente dejó de sonreír de nuevo y me miró sin entender.
-Entonces... ¿qué me tienes que contar?
-Oh dios Vi, pues muchas cosas, ¿que piensas? mi vida no es tan aburrida como crees.- contesté cruzándome de brazos.
-Porque yo estoy en ella, pequeño saltamontes.- sonrió orgullosa y yo golpeé su cabeza con un cojín.
-Aja, señorita soy el centro del mundo.- Vi se frotaba la cabeza y me miraba con una mueca realmente graciosa.
-Oye eso ha dolido, usar el cojín no entra en las reglas.
-En las mías sí.
-No utilizamos las mismas por lo que se ve. ¿Puedo empezar?- pregunté. Victoria asintió haciendo un gesto con la mano mientras engullía los gusanitos en cantidades industriales.
-Bien pues... hoy ha estado en la cafetería Harry... Styles, ya sabes...- ella me miró con la boca llena de esos snacks y abrió los ojos.
-¿'Ahi tile'?
-Sí, Harry el de los ojos verdes, el de los libros.- ella asintió.- Bueno pues ha venido y he sido bastante borde con él, es decir ¿qué iba a hacer? después de todo, no lo iba a recibir con los brazos abiertos, no se muy bien que reacción se esperaba.- dije yo.
-'Olmal'- contestó rodando los ojos mientras masticaba.- Él no era para nada feo pero,cuando tu, y yo éramos más pequeñas se podía desatascar los baños de la escuela con su pelo.- las dos reímos y la miré mientras rascaba mi mejilla.
-¿Es también normal que no pueda parar de darle vueltas?
-Supongo que será normal, ya sabes que tu y yo tenemos distintas normas.- reí negando con la cabeza y volví a coger el bol de la mesa.
Necesitaba sonreír de verdad y solo Victoria sabía como hacer que lo hiciera.
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¡Hola ratonciiiilloooos de campo! Espero que hayan pasado un excelente verano y pues que por fin estoy de vuelta y es algo que me hace muy muy muy feliz. Este es el capitulo de presentación de Victoria, que es probablemente, mi personaje favorito de toda esta novela, ella es simplemente tan espontánea y es un amor. Es imposible no amarla. Igualmente, gracias por esperar tan pacientes, como siempre teneis dos novelas en mi perfil terminadas, el resto en proceso, una nueva que espero que disfruteis mucho y nos vemos en el siguiente capitulo.
Love. Sil. x
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Cherry. h.s Slow updates.
FanfictionAmelia Oust no esperaba nada de eso, ni ella, ni su viuda madre, ni su dulce hermana pequeña, ni su encantadora abuela, ni su mejor amiga, Victoria Tamblet. Si le llegaras a preguntar antes te diría que él hunde su vida. Si le preguntas ahora mismo...