Diario De Una Adolescente.

Capítulo Díez.

Acabo un día en el colegio Emmanuel y yo fuimos al centro comercial a comer algo, entramos a una cafetería donde también vendían postres. Nos sentamos en una mesa y después tomaron nuestra orden.. El lugar realmente era muy bonito, recuerdo que mi madre me contó una vez que venimos de compras que aquí mi papá le pidió que fueran novios y años después le propuso matrimonio en este mismo lugar.
-¿Pasa algo Natalia?, te veo muy seria.
-Nada, sólo recuerdo que mi madre me digo que aquí era el lugar preferido de mi padre.
-¿Quieres qué nos vayamos?.-Me digo preocupado.
-No, ya pedimos nuestros postres, aparte estoy bien.
-¿Segura Naty?
-Sí, nunca nadie me a dicho Naty.
-Seré el primero y el último en decirte así, bonita.
-Emmanuel, gracias por hacerme sonreír.
-Naty yo...
-Ya vienen nuestros postres Emmanuel, ya quiero probar el mío.-Le dije muy feliz.
-Que bonita te vez Naty, tu sonrisa es como el sol que alumbra todas mis mañanas.
-Aquí tienen jóvenes, muy buen provecho.-Digo la mesera de aquel lugar.
-¿Qué te parece tu postre?
-Muy rico. ¿Y el tuyo?
-Rico. Naty yo quiero decirte algo importante.
(Sonido del celular)
-Natalia, ¿En dónde estás?
-Estoy con Emmanuel en el centro comercial, no te preocupes mamá, el me llevará a la casa.
Colgué el celular.-¿Me decías?.
-Siempre que intento decirte lo que tengo que decir alguien nos interrumpe.
-Lo lamento sí te molesto que contestará mi celular, pero era mi mamá y tengo que contestarle porque se preocupa, pero dime lo que ibas a decirme.
-Naty tu me...
Su mamá de Emmanuel entro a la cafetería.
-¿Qué hace mi mamá aquí?.-Digo sorprendido.-Esperame aquí Natalia.
Se paró de la mesa y fue donde estaba su mamá.
Narra Emmanuel:
-¿Qué haces aquí mamá?
-Estaba buscándote Emmanuel, llamé a la casa de Natalia y me digo que los encontraría aquí,tu padre llegó temprano del trabajo y se dio cuenta que tu no estabas en casa, está furioso es mejor que nos vayamos a la casa, no quiero que tengamos más problemas Emmanuel.
-Mamá, estoy con Natalia no la voy a dejar sola.
-No te preocupes, la vamos a dejar a su casa y después nos vamos a la nuestra, ahora ve por Natalia y vamonos hijo.
-Está bien, espera pagaré y nos iremos.
-Los espero en la entrada del centro comercial.
-Narra Natalia:
-¿Qué pasa Emmanuel?
-Mi mamá vino a buscarme, mi padre está furioso que no esté en la casa, como sigo castigado. Es mejor que nos vayamos Natalia, mi madre se ofreció llevarte a tu casa.
Emmanuel llamó a la mesera para pedirle la cuenta, pago y nos fuimos de la cafetería. En la entrada del centro comercial su mamá estaba esperándonos en su auto.
-Hola Natalia, me da mucho gusto volver a verte.-Me digo la mamá de Emmanuel.
-Buenas tardes señora, el gusto es mío.
-Bueno, suban ya para poder llevarte a casa Natalia.
-Gracias señora.
Subimos a la parte de atrás del auto y después arrancó su mamá. -Naty, perdón que no pudimos hablar más tiempo.-Digo Emmanuel.
-No te preocupes Emmanuel, otro día será, cuando tu padre ya no esté molesto contigo.
-Perdón que los interrumpa muchachos, pero es mejor que por un tiempo no se vean.
-¡Mamá, pero que dices!.-Emmanuel le contesto molesto.
-Emmanuel, sabes que Natalia me cae muy bien y no quiero que dos personas enamoradas se alejen, pero el amor es así tienen que pasar algunos obstáculos para que puedan estar juntos. Tu padre está molesto, no sé porque Natalia no pudo convencerla, se supone que la mamá tendría que estar molesta porque su hijo está creciendo y le gusta una chica y su padre debería estar contento.
-¡Mamá, aún no le decía!.
-Ups, Natalia tu no escuchaste nada.
-Yo no escuche nada, le guiñe un ojo a su mamá.
Emmanuel estaba muy nerviosa y empezó a mover los pies como niño pequeño.
-¿Estás bien Emmanuel?
-Ahora no podré mirarte sin no ponerme más nervioso de lo normal.
-Hay hijo, tranquilo. Natalia es una buena niña y entenderá.
-Ya no me hables mamá, hablaremos en la casa.
-Llegamos Natalia.
-Muchas gracias señora. Nos vemos Emmanuel, gracias por llevarme a comer.
Baje del auto y entre a mi casa.