Fabrica De Maniquíes

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No fue hace mucho cuando yo trabajaba en una fábrica de maniquíes, lo recuerdo bien yo recientemente me había mudado a Inglaterra con mi familia, mis dos hijas (una de 8 y otra de 10) y mi esposa Mary. Eramos nuevos en la ciudad y no encontraba trabajo así que un día en el periódico, encontré un anuncio para un trabajo en una fábrica de maniquíes, llevábamos unas pocas semanas allá así que acepte ya que yo no tenia empleo, fui a la fábrica para pedir el empleo, pero al llegar a la entrada me encontré a un señor con un aspecto extraño, era un anciano vagabundo, vestido con ropa muy vieja ya que se notaba que era la única que tenia y también olía asqueroso ya que de seguro nunca se había bañado. Yo trate de evitar al sujeto pero el inmediatamente me voltio a ver y vino hacia ami y gritando:

-¡¿Que haces, vas por el empleo?! - Mientras reía raramente.

Yo una vez mas trate de evitarlo pero fue hacia mi, me agarró y empezó a hablarme.

- Yo tenia ese empleo ¡gracias a Dios sobreviví! , no quiero que pases por eso por eso te advierto y todos los que pasan por aquí para el empleo.

El señor hablaba de una forma extraña pero yo por su tono solo supuse que era un loco así que lo esquive por tercera vez y fui en camino a la fabrica.

-¡Te arrepentirás, te lo digo, no entres, te lo advierto! - Dijo el viejo desde lejos cuando yo estaba entrando por la puerta principal.

Al entrar estaba en un pasillo y entré en una pequeña habitación donde había un cartel hecho a mano que decía "Se solicita empleado", había un secretario en un escritorio y le comenté sobre el empleo, me dijo que tome asiento y llamó al jefe de la fabrica, cuando llegó empezamos una entrevista. Tiempo después al terminar la entrevista, me dijo que como yo no tenia mucha experiencia me iba a dar el empleo de guardia nocturno, y si progresaba me podrían dar un cargo mayor, creo que debí pensarlo mas pero nunca creí que me podría pasar algo como lo que me iba a suceder, entonces sin pensarlo dos veces acepte el empleo.

Saliendo de la fabrica me volví a topar con el extraño viejo, en ese momento me empezó a ver con una cara de odio, asco y desagrado, yo lo observaba curiosamente, ,me subí a mi coche pero antes de subir el anciano me empezó a gritar.

-¡Te arrepentiras ya lo veras!

Me subí a mi coche y me fui derecho a mi casa. Al llegar le conté a mi esposa que había obtenido

el empleo, ella se puso muy feliz! estaba hasta saltando de la alegría así que fue a comentárselo a mis hijas ellas igual se pusieron muy felices. Ya que era tarde me puse a platicar con mi esposa sobre mi nuevo empleo.

- Estoy muy feliz que obtuviste el empleo mi amor! - Dijo mi esposa con un tono muy alegre.

- Gracias querida, pero seré el guardia nocturno, si hago un buen trabajo me darán un cargo mayo - Le contesté.

- Pues cuando vallas a trabajar demuéstrales que eres el mejor para que te den el asenso!

- Si mi amor lo haré.

- Y cuando es tu primer día?

- Es hoy, así que mejor me voy a descansar para trabajar mejor.
- Si mi amor, descansa.Me fui a descansar un rato en mi cama y puse el despertador para irme a tiempo a la fabrica. Al despertar me vestí rápidamente y me fui a trabajar.

Legué a la fabrica y para mi suerte el anciano se había ido -¡Una cosa menos para preocuparme! - Pensé, pero al parecer había muchas cosas de las que debía preocupar. Entré a la fabrica y me puse a trabajar, la verdad no sabia bien que hacer, pensé que nadie iba a entrar ni nada así que entre y me puse a "explorar" la fabrica. Me encontré el lugar donde armaban las maniquíes, que parecía ser el centro de la fabrica, no tenia mucha visibilidad ya que todo estaba oscuro y solo tenia mi linterna. Entre a muchos cuartos pero solo habían cajas y ya. Debí haberme ido y no seguir buscando cosas, si me hubiera salido y seguir con mi trabajo afuera de seguro no me hubiera pasado nada, pero seguí buscando y encontré otra habitación, pensé que habían mas cajas, pero no, entré y me encontré con unos maniquíes desarmados y uno si estaba armado solo que le faltaban los brazos y estaba parado en el centro del cuarto, sentía como si ese maniquí me estuviera viendo pero no le hice caso y seguí observando cosas, y me fui por el pasillo, sentía como si alguien me estuviera observando como un peso encima, también empezaba a escuchar cosas, como pequeños susurros atrás de mi pero muy lejos como en el final del pasillo.

Terror PsicológicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora