El 26 de Diciembre ya había llegado y el rizado ya tenía el obsequio para Jade.Un lindo gatito.
Harry esperaba a la pequeña castaña fuera de la universidad, con una pequeña caja en sus manos; dentro estaba el gato y algunas cosas más.
El rizado al ver a Jade caminando hacia la salida con sus amigas comienza a sentir nervios. Detrás de ellas estaban los amigos de Harry, quienes le hacían señas extrañas al rizado, poniéndolo más nervioso.
Finalmente, la pequeña castaña se encontraba a unos pasos de el rizado; éste decide llamar su atención y regalarle una pequeña sonrisa.
"Hola, Jade" dice, luego de unos segundos de silencio.
"Hola" saluda Jade con una sonrisa.
"Feliz cumpleaños" dice. El rizado, con manos temblorosas abre la caja y deja que Jade observe su interior.
La pequeña castaña ahoga un grito. Se aleja un poco del rizado y lo mira, Harry podía notar miedo en sus ojos, así que decide preguntarle qué le sucedía; pero Jade no responde, comienza a respirar entrecortada mente mientras retrocede. La castaña corre lejos, dejando a todos confundidos.
"¿Qué le ha pasado?" Pregunta en un susurro el rizado.
"A ver, ¿qué es esto?" Dice Perrie, asomando su cabeza hacia la caja. Al ver su interior hace una mueca.
"¿Qué es?" Pregunta Leigh curiosa.
"Un gato" Jesy y Leigh se miran entre ellas, con una expresión asustada.
"¿Tiene algo malo?" Pregunta Harry, cada vez más confundido.
"No lo sé... Sólo... A ella no le gustan mucho los gatos..." Comienzan a murmurar Leigh, Perrie y Jesy.
"¿Qué?" Voltean a ver a Liam, uno de los amigos de Harry, quien no creía que alguien como Jade no le gustaran los gatos.
"Le tiene fobia a los gatos" explica Jesy.
Louis, otro amigo de el rizado, se ahoga con su refresco, haciendo un escándalo en la entrada de la universidad.
"¿Estás bien?" Pregunta Harry, preocupado.
"Esa chica necesita ayuda" dice Louis, luego de haberse recuperado.
"Déjala, nadie te molesta por tenerle miedo a la oscuridad" se queja Liam.
"Nadie sabía eso" murmura Louis, tomando de su refresco.
"Iremos a su casa, veremos si está bien, ¿sí?" dice Perrie.
"No quería que pasara esto, en serio" dice apenado el rizado.
"Tranquilo, no pasa nada" Leigh pasa un brazo por los hombros de Harry, en un intento de calmarlo.
"Este debe ser su peor cumpleaños, ¿no?" todos niegan con la cabeza, y él suspira.
"Créeme que no ha sido el peor" dice Jesy.
"¡Ya vamos! Debemos ver si Jade está bien. Harry, ¿quieres venir?" habla Perrie, tomando las manos de sus amigas.
"No, hablaré con ella mañana" dice el rizado.
Las chicas asienten y desaparecen de la vista de ellos.
"Fobia a los gatos, ¿eso existe?" Murmura Louis, haciendo que el rizado soltara una pequeña risa.
~•~
"¡Jade en serio, ábrenos la puerta!" Se queja por quinta vez la rubia, tocando la puerta de la habitación de Jade.
"¡Déjame! ¿Ustedes sabían de esto, no?" Se escucha su voz del otro lado de la puerta.
"¡No sabíamos nada!" Dice Leigh, intentando abrir la puerta.
Luego de unos minutos, la pequeña castaña decide abrir la puerta, sin pensárselo dos veces, Perrie la abraza.
"Tranquila, no fue su intención" dice Perrie, sin soltar a su amiga.
"Ese gato era parecido... Era igual" susurra la castaña.
"Tranquila" Leigh acaricia su cabello, en un intento de calmarla.
~•~
Harry se encontraba tirado en su cama, acariciando al pequeño gato mientras pensaba en que decirle a Jade al otro día; pero nada le venía a la mente.
Mientras pensaba y miraba al gato, una pequeña idea nació en su cabeza.
¿Y si la ayuda a superar su fobia?