"¡Jade!" La castaña se gira sobre sus talones. El rizado corre hasta ella.
"Hola, Harry" lo saluda. Harry sonríe y toma aire.
"Lamento lo de ayer, en serio no fue mi intención, no sabía nada de tu fobia, solo pensé que te hubiera gustado un gato de cumpleaños" dice el rizado apenado. Jade sonríe y niega con la cabeza.
"No te preocupes, no pasa nada" dice ella, tomando la mano de el rizado intentando calmarlo.
El rizado no pudo sentirse más feliz, ¡Jade había tomado su mano!
Jade se acerca a Harry y le da un pequeño abrazo, susurrándole al oído que todo estaba bien; sin embargo, el rizado estaba paralizado.
"Ya, tranquilo" la pequeña castaña se aleja y posa sus manos en los hombros de el rizado, quien era mucho más alto que ella.
"Vale" susurra, Jade sonríe y da un ligero apretón a los hombros de el rizado.
"Tengo que entrar a clases" dice la pequeña castaña.
"Espera, ¿tienes algo que hacer en la tarde?" Pregunta Harry, Jade frunce por un momento el ceño y luego niega con una pequeña sonrisa.
"No haré nada, ¿por qué?" El rizado baja su mirada a sus manos entrelazadas, nervioso.
"Me g-gustaría que estuvieras conmigo esta tarde, me gustaría ayudarte a superar tu fobia" explica Harry. Jade suspira pesado y sonríe un poco.
"Es muy lindo de tu parte, pero eso nunca pasará" el rizado frunce el ceño.
"¿Por qué no? Podrás lograrlo" ella niega.
"No lo haré" la pequeña castaña puede ver en los ojos de el rizado decepción.
"Vale..." susurra Harry. Jade por un momento quiere negarse, pero las palabras salen solas de su boca.
"Lo haré. Intentaré superarlo, pero no puedo asegurarte nada" el rizado, al escuchar esas palabras, le invaden las ganas de llenarle la cara a besos; pero no lo hace.
"Entonces, ¿nos vemos esta tarde?" Pregunta, más que feliz.
"Sí" dice Jade con una pequeña sonrisa.
"Vale, ¿en el Centro Comercial está bien?" Jade asiente.
"Allí estaré, ¿a las 4:30 de la tarde está bien?" Pregunta la castaña y el rizado sonríe.
"Sí, a esa hora nos vemos" ambos sonríen.
"Vale, ahora vayamos a clases" la castaña hala del brazo al rizado y ambos entran a su salón de clases.
El rizado contaba las horas restantes, mientras que Jade sólo pensaba en si podía superar su fobia.
~•~
Jade se encontraba fuera del centro comercial, esperando al rizado. Levanta la vista y lo ve caminando hacia ella con una camisa blanca casual y unos jeans negros.
"Hola" saluda Jade feliz a Harry. Se para de puntillas y planta un beso en la mejilla del rizado.
"Hola, Jade" Harry sonríe.
"¿Qué haremos?" Pregunta Jade, nerviosa y feliz.
"Ven, vayamos al auto, tengo algo que enseñarte" Jade asiente no muy convencida y sigue al rizado.
"No te haré nada, relájate" bromea Harry haciendo que Jade soltara una pequeña risita.
"Estoy relajada" habla Jade juntando sus manos detrás de su espalda.
Finalmente llegan al auto de Harry, éste abre la puerta de co-piloto y le indica a Jade que entre.
"En serio, no te haré nada, lo juro" Jade ríe y entra al auto.
El auto tenía unos lindos asientos en cuero negro, Jade se sentía cómoda allí. Desearía tener un auto como ese.
Harry entra en el lado de piloto y enciende el auto, enciende el aire acondicionado y se gira en su asiento a ver a Jade. La castaña hace lo mismo.
"¿Qué querías enseñarme?" Pregunta Jade curiosa.
"Tal vez... Pensé que esto ayudara un poco" dice el rizado buscando algo en la parte trasera de los asientos.
Se gira con una mochila y la abre.
"No te asustes, es solo una camiseta" le dice a Jade y ella asiente.
¿Por qué se asustaría por una camiseta?
Harry saca una camiseta de niños, donde habían gatitos dibujados. Jade traga seco.
"No te hará daño, es solo una camiseta" susurra Harry poniendo la camiseta en las piernas de Jade.
Ella por un momento piensa en salir corriendo lejos, pero prefiere quedarse allí. Era solo una camiseta.
Luego de un rato de mirar la camiseta, la toma en sus manos. La observa bien, observa los gatos dibujados, algunos gatitos dormían y otros jugaban con otros. A ella le pareció tierno.
Harry la miraba atentamente, sin ella darse cuenta tenía una sonrisa en el rostro.
"¿De dónde la sacaste?" Pregunta Jade mirando a Harry.
"La compré antes de venir" susurra.
"Vale, los gatitos acá se ven tiernos" dice Jade con una sonrisa.
"¿Te gustan?" Harry mira a Jade esperanzado. Aunque era muy rápido que haya superado su fobia.
Apenas estaba comenzando.
