Llevo tres días sin poder admirar su belleza,
deambulando por los pasillos de mi propia casa como un alma en pena, mirando al suelo, apenado, cada día que pasa noto como un dolor en mi corazón,
noto como que me falta algo importante en mi vida, lo único que puedo hacer para desaogarme es soñar y no es que me allude mucho, porque mis sueños están totalmente volcados en ella, cosa que me entristece,
porque en estos momentos no puedo hablar ni estar a su lado, no voy a mentir he llorado y he sentido una rabia atroz dentro de mi, me arrodille en el suelo tirándome del pelo y emitiendo alaridos silenciosos
mientras notaba como las lágrimas brobaban de mis ojos y recorrían mi cuerpo hasta caer al suelo formando un charco de tristeza y desesperación. Cuando estoy cón ella siento
mariposas en el estomago y cuando la miro a los ojos es como si el tiempo se detuviera, comenzara a flotar en el espacio mientras por dentro mis órganos se estremecen de alegría y mi corazón se une con el suyo formando una única y majestuosa melodía,
mientras las pupilas de mis ojos comienzan a crecer y se hacen tan grandes como la misma luna y tan brillantes como el mismísimo sol, pero cuando no estoy a su lado es como si me clavaran una daga envenenada en el corazón y la retorcieran dentro de mi mientras soy consciente de todo ese dolor,
mientras noto cada giro, como la doble hoja de esa daga desgarra cada tejido, cada filamento de mi corazón y el veneno recorre mi cuerpo
quemandolo todo a su paso, reduciendo a cenizas cada órgano de mi cuerpo, noto como se van deshaciendo poco a poco y mi corazón queda pulverizado, y al
intentar librarme de ella se me clava más profundamente lo que hace que resulte imposible arrancarla, la única manera de quitarla es dejar que el tiempo pase... Hasta entonces seguiré
soñando, soñando con verla porque al fin y al cabo los sueños son el reflejo de nuestros más ardientes deseos.