Mi Supuesta Vida Perfecta

CAPÍTULO 2 (el recuerdo)

A penas tenía 13 años y no sabía nada.

Era una simple niña que debía de tener mucho cuidado en las cosas que hacía y en quien tenía que confiar. Eso para mí con una simple palabra o una simple frase, me hacían creer de todo. Me jugaba el papel de ser madura a mi edad. Cosa que no tenía que haberlo hecho. Pero por una parte, funcionó y por otra, desde luego que no. Por eso mismo, las personas no saben lo que es vivir, tener una vida de mierda. Creer que eres una persona fuerte y no serlo. Fingir que estás bien, pero no estarlo. Sonreír, pero estar hecha una mierda por dentro. O como en las típicas frases dramáticas: Sonreír, estar sola, llorar, lavarte la cara, salir y sonreír como si todo está bien.

Fingir, tanto en la escuela, en casa como en el amor. El amor... ¿Qué es eso para algunas personas? ¿Qué jodida mierda se creen que es?

Pues la verdad, no tengo ni idea. Cada persona dice lo que sabe. Algunos dicen que es un sentimiento que querrías experimentar. Y otros en cambio, dicen que eso es sufrir. Sufrir por amor. Apenas tenía 13 años. ¿Sufriría por amor? No lo sé. En ocasiones las personas, dicen o inventan unas cuantas cosas para conseguir lo que quieren. En esta ocasión, para joder a los demás. Quieren la felicidad que nunca consiguieron. No se conforman con lo que tienen, no. Si no quieren más. Pero ¿por qué? Creo que son gilipollas.

Ese vocabulario...

Ups...

¿Con qué quedamos el otro día, acerca de las palabrotas?

¿Las palabras están rotas o qué?

No subnormal, se le dice palabrotas porque... pues no, no tengo ni la menor idea.

Si es que serás imbécil.

Somos las mismas.

Cállate. Venga enserio... ¿Por qué se le dice palabrotas? ¿Es porque se rompen las palabras o qué?

No, será porque las palabras no son buenas. Que rompen las palabras. Es decir, las palabras son bonitas y si tú dices como... GILIPOLLAS, le quitas la belleza.

Una puta mierda. Gilipollas es la palabra más bonita que escuché en mi vida...

Lo que tú digas.

¿Ves? Tu culpa que nos hemos salido del tema.

Siga, princesa.

Tu tía en pelotas.

Nuestra.

Pues eso.

4 de abril. Mi día. 14 años de vida. Y un año menos de mi muerte. Era un viernes. Lo que yo tenía planeado era pasar con mis supuestos amigos y verdaderos la tarde de fiesta. Mis padres no me dejaban ni me dejan irme de fiesta pero como soy una niña muy despreocupada (no creáis que tanto), me escapé.

Que va, mentira. No me escapé, más o menos.

Fue así.

Flashback (3 de abril)

-¡Mamá!-La llamé mientras caminaba hacia la cocina.

-¿Dime?- me respondió gritando ella también mientras cada vez me acercaba más. (Qué madre más amable...).

-Mamá, vamos a hacer una cosa.

-¿Qué cosa?- me pregunta mientras coge un plato y pone el pescado.

-¿Me vas a dejar hablar? Escúchame.-le dije ya seria-.

-Venga, habla- me dice para pincharme-.