Algo más que una vida (Parado)

Capítulo 1: Toda historia tiene un principio

Pensando. Me paso el día pensando. ¿En qué? Pues ni yo lo sé. Es esa sensación que te hace un vacío en el interior, y necesitas llenarlo si o si con cualquier cosa. Es algo psicológico, claro.

Tan solo tengo 16 años. No creo que me tenga que lamentar de todas las estupideces que he llegado a hacer durante este corto periodo de tiempo, llamado vida. Tengo un largo camino por delante, y la verdad, no me gustaría desaprovecharlo para nada. Más bien, me encantaría utilizar el 100% de mis capacidades como para lograr todo lo que me propongo. Y no es que se diga, poco.

Sigo pensando en el por qué de las cosas que me pasan. Digo, se que son pruebas que a cada uno nos llegan para hacernos más fuertes, pero, no siempre llegas a ser el más fuerte.
No quiero contar mi historia como todas las que ya hay por el mundo regadas. Quiero, pero con el corazón, quiero que esta sea MI HISTORIA, MI ÚNICA HISTORIA.

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No todo es como parece, me dijo mi madre. Supongo que tiene razón, sino, miradme a mi.

- Vas a llegar tarde. Como no te apresures no subes ni al coche.- dijo mi padre mientras salia por la puerta.
- Ya voy, tan solo necesito coger una cosa que me he dejado en la habitación.- le dije a padre un poco nervioso.
- Venga va, pero no tardes mucho.

Caminé de la puerta a mi habitación, digamos que no había tanta distancia como para ir tan rápido, así que decidí ir lo más lento posible.

- Buah...hoy empezamos clases otra vez, que pasará si veo a...¡NO! No seas tan imbécil. Sabes que todo eso ya es agua pasada. Ojalá este año sea mejor que el anterior.- susurré mientras entraba a mi habitación.

Cogí lo necesario para poder sobrevivir un primer día de clases. Corrí, ahora si, hacia el coche, donde mi padre me esperaba un poco estresado.

- ¿Pero que has cogido? ¿La habitación entera? Anda que tu también eh.
-Perdón. Pero, vamos va, no me eches tanto la bronca y vayamos ya. Que al final si llegaremos tarde.- intenté arreglar la situación con rapidez.
- Hay que ver con el niño. ¿A quien habrás salido? Seguro que a tu madre.- echo una carcajada a lo bromista.