LOS GATOS GUERREROS - Más allá de los Clanes - El Destino del Clan Caído.

Capítulo 5

5

Aunque los vio despedirse Sablino podía sentir que alguno de esos gatos aun lo observaba, en fin, no tenía nada de malo, ellos habían sido muy amables con él pero su prioridad siempre seria proteger el territorio de su clan. El Clan de la Tierra le dijeron, no salía aun de su sorpresa, le resultaba fantástico saber que más allá del territorio de su clan y de los que él siempre había conocido podían existir otros clanes, con los mismos principios en su vida, con el mismo respeto al código guerrero y al clan estelar, menciono la líder también que sus ancestros se conocían, si sus veteranos aun compartían esas historias sería maravilloso escucharlas y llevarlas a sus compañeros, pero no había tiempo, tenía que iniciar ya su regreso a casa.

El joven aprendiz quito de su mente todos sus pensamientos y se concentró en aquel lugar, Estrella de Plata le había autorizado a cazar allí y el hambre le ganaba sus pocas fuerzas, entonces sintió a un robusto mirlo picoteando cerca, con extremo sigilo se acercó a él reposando ligeramente su peso en sus patas delanteras y en un cerrar de ojos ya había dado un salto preciso para atrapar a su presa. Esa ave le había dado ya las fuerzas necesarias para continuar, los consejos de esos gatos le dieron más luces para lograr su objetivo y sus advertencias las tendría presentes, el Clan del Vergel y el Clan de las Rocas podrían obstruir sus planes.

Cruzo el cauce seco del rio y mientras se dirigía al rio y al puente sobre él que había pasado la noche anterior pensaba en lo afortunados que eran esos gatos, ese lugar parecía una bendición del clan estelar, se podían oler ratones, campañoles y conejos cerca, muchas hierbas de las que utilizan los curanderos y agua, seguramente cazaban allí, sería mejor apresurar el paso, no quería toparse con alguna patrulla de caza que no lo conocía y tener algún problema innecesario.

Llego hasta el puente pero tuvo que permanecer algún largo rato esperando cerca muy vigilante del sendero atronador que allí llegaba, una fila de varios monstruos tan grandes y horribles como no había visto antes llevaban el mismo rumbo que Sablino, se veían increíblemente fuertes y destructivos, sus pasos hacían temblar la tierra y hasta parecía que el puente se vendría abajo mientras lo atravesaban. El temor lo obligo a esperar aún más, sería mejor tomar distancia de esos monstruos que eran obviamente más peligrosos que los que él conocía, cuando estaban ya lejos continuo el camino.

Sus pasos lo acercaron al lugar de dos patas que vio antes, los terribles monstruos que vio antes habían entrado allí, el sonido abrumador aun retumbaba desde adentro, podían también oírse las voces de muchos dos patas, dando gritos y conversando entre ellos. Sablino estaba concentrado en sus planes y por más miedo que sintiese de aquel lugar no podía detenerse, se acercó más al pequeño sendero atronador y rápidamente lo cruzó a la pradera, el alimento y el descanso de la noche hicieron que se sintiera mejor de los golpes del día anterior, aun no estaba totalmente recuperado pero sus esperanzas multiplicaban sus pocas fuerzas.

Caminaba por la pradera donde antes lo habían amenazado dos gatos, cuando muy cerca de allí pudo sentir el olor fresco de otros gatos, era fácil reconocer en el que quienes lo dejaron eran del mismo grupo de los hostiles, seguramente eran todos miembros del mismo clan, el del Vergel según le informó Estrella de Plata; posiblemente estaban cerca, lo mejor sería acelerar el paso y alejarse de aquel lugar.

Estaba en medio de una amplia pradera, la hierba crecida en esa parte era más alta que cualquier gato, algunos árboles se alzaban unos alejados de otros y pequeños arbustos crecían desordenadamente como buscando su propio espacio para hacerse más grandes, el lugar debía ser un hogar perfecto para conejos y ratones pero parecía que no había uno solo, era lógico, la presencia cercana de los dos patas y sus monstruos seguramente espantaron a todas las criaturas.