Capítulo 19

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Toda la noche anterior fue interminable para Cuarzo por la angustia que sentía, su urgencia por contarle a Paso de Plomo lo que había oído hizo los segundos eternos y en cada latido el pecho parecía explotarle.

Al amanecer Gualda aun lo vigilaba y aunque no mencionara ninguna orden ella dejaba claro con solo la mirada que el joven aprendiz no podía alejarse de su presencia. Cuarzo entendió que estaba siendo muy obvio y optó entonces por relajarse al lado de la gata de pelaje amarillo, fingió dormir estirando su cuerpo en una actitud de despreocupación, quizá el fingir estar relajado alejaría la atención de la gata de pelaje amarillo pero al poco rato se quedó dormido.

Entre la neblina una sombra se asomaba era Paso de Plomo, pero no estaba solo, la neblina se disipaba y de entre ella le surgían unos acompañantes, Cuarzo sintió que la cabeza le daba vueltas mientras los veía eran Zarpa Dura, Torrente y Garra de Puma, de inmediato trato de avisarle al lugarteniente pero era inútil no lograba pronunciar ni una sola palabra ni maullido, su desesperación iba creciendo al ver que los tres despiadados gatos ya se hacían sobre Paso de Plomo asechándolo; un maullido ahogado se escuchó entonces despertó y frente a él estaba gualda contemplándole

– ¿Que te sucede que te mueves tanto, acaso tienes pesadillas? –En efecto eso era lo que pasaba pero Cuarzo no se podía arriesgar a que Gualda supiera que algo le preocupaba.

–Debe ser por la culpa de la basura de los dos patas que me comí, tiene un sabor horrible y ni que decir de su olor –Cambiando el tema agregó –Ya es hora de que regresen de la patrulla no crees Gualda.

–Sí, tienes razón quizá la falta de costumbre los está demorando.

En ese instante por entre unos arbustos se asomaron Torrente y Garra de Puma quienes luego de dar una mirada indiferente hacia todos se acercaron hacia Gualda.

–Estuvimos buscando a Zarpa Dura y a Paso de Plomo por eso demoramos, pensamos que quizá ya estarían aquí –Garra de Puma asintió afirmando lo que decía el guerrero atigrado marrón, pero Cuarzo noto que algo mas ocurría, había una mirada cómplice entre Gualda y Garra de Puma, claro que ellos sabían lo que sucedía, en joven Cuarzo sentía rencor hacia ellos como podían hacer eso y fingir que no sabían que pasaba, por primera vez desde que Zarpa Dura tomo el control sintió lo mal que estuvo actuando al seguirlo, se aguantaba sus deseos de gritarles y reclamarles su criminal proceder pero en vez de eso vio la oportunidad perfecta para zafarse de la gata amarilla, de forma muy rápida y sigilosa se fue alejando hasta salir de su alcance.

<< – ¡Tengo que ir a avisarle a Luz de Aurora! –>> Se dijo a sí mismo, cuando ya estaba por salir del campamento la imagen de Zarpa Dura le aceleró el corazón, el gato gris sin pronunciar una palabra fue a la guarida de Estrella Cano, el aprendiz se acercó un poco y paro las orejas para escuchar lo que decía.

–Así es, como ya escuchaste el inepto de tu lugarteniente se dejó arroyar por un monstruo de los dos patas –Lo que escucho lo hizo sentir mal, él lo sabía y no pudo hacer nada para evitarlo – ¡No te puedo creer! Zarpa... –Antes de que pudiera terminar el imponente aprendiz lo hizo callar –No me importa si no me crees, aquí ya a nadie le importa lo que tengas que decir –El líder salió apresurado de la guarida miraba de un lado a otro, Cuarzo se quedó helado, de pronto Estrella Cano volteo bruscamente.

– ¡¿Dónde está su cuerpo?! Zarpa Dura dímelo...–En la cara de Estrella Cano se reflejaba mucha duda, la misma duda que asaltaba ahora al aprendiz, si Paso de Plomo estaba muerto ¿Dónde estaba su cuerpo?

–No me reclames nada, hice todo lo que pude pero era muy pesado para mi así que lo enterré dentro de nuestro territorio y ya no me molestes más, ya estoy cansado.

LOS GATOS GUERREROS - Más allá de los Clanes - El Destino del Clan Caído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora