Coulrofobia; j.s

Comienzo.

Todos los niños estaban reunidos en el salón de juegos esperando al payaso, algunos estaban ansiosos y otros... Normales.

Jade se encontraba con su mejor amigo Harry. Ambos tenían la misma edad, 10 años. Eran amigos desde los 6 años, su amistad comenzó un día donde el pequeño niño de pelos rizados se muda al lado de Jade. Luego de eso, se volvieron mejores amigos.

Luego de un rato de esperar, el payaso llega al salón de juegos haciendo que los niños del lugar gritaran de emoción. Mientras tanto Jade y Harry no estaban tan emocionados, ya que "eran muy grandes" para payasos.

Jade recuesta su cabeza en el hombro de Harry y suspira, estaba aburrida.

"Harry vámonoooos, estoy aburrida, vayamos afuera" se queja Jade.

"Pero afuera no hay nadie" dice Harry mirando hacia la puerta, donde efectivamente, no había nadie.

"Eso no importa, vamos" se vuelve a quejar Jade.

"Quédate aquí, afuera puede pasarnos algo" dice su amigo mirándola sobre su hombro, con cara de aburrimiento.

"Bueno, iré al baño, no te muevas de aquí" la niña se para y va hacia la puerta.

Va con dirección al baño, cuando está a punto de entrar un brazo se enreda en el suyo y la lleva lejos del baño. Antes de que la niña pudiera gritar un paño se posa entre su nariz y boca, impidiendo que gritara.

Finalmente Jade queda libre, pero lejos de todos. Corre hasta una puerta e intenta abrirla, pero no puede. Comienza a desesperarse y se gira sobre sus talones, se encuentra con una sombra a unos pasos de ella.

"¿Hola? ¡Sácame de aquí!" Se queja.

No obtiene respuesta.

"¡Déjame ir!" Vuelve y se queja. Se gira de nuevo e intenta abrir la puerta.

Jade ahoga un grito cuando su acompañante se acerca a ella, se acerca tanto que puede sentir su respiración en su cabello. Jade no se atreve a mover algún músculo temiendo a que le hagan algo.

"Estaba esperando esto hace mucho, aunque no lo creas" la voz dura retumba por toda la estancia, haciendo que una corriente eléctrica viajara por la espalda de Jade.

"¿Qu-quien eres?" Tartamudea Jade con su pequeño cuerpo pegado a la puerta de madera.

"Soy ese que siempre te entretenía en tus fiestas de cumpleaños, ¿no recuerdas?" Vuelve a hablar el acompañante de Jade.

"¡No sé quién eres! ¡Déjame!" Ya para este punto Jade se encontraba llorando asustada.

Su acompañante la hace girar, Jade puede ver que era un payaso, luego ella recuerda quién era. Él era el payaso que su madre siempre contrataba para sus fiestas de cumpleaños cuando era pequeña, lo recordaba perfectamente.

"¿Qué quieres hacerme?" Pregunta Jade aterrorizada.

"Tú solo, no grites, no hagas ningún tipo de ruido, ¿vale? No me quiero ver obligado a herirte" explica aquel payaso, señala una caja llena de cosas, claramente podían verse cosas como cuchillos o esposas.

Jade ve aquello y se aterra más, no quería estar un minuto más allí.

Jade da un paso hacia atrás cuando el payaso intenta tomarla de su falda, Jade suponía que quería quitársela.

"¿Qué quieres hacerme?" Repite, un poco más alto.

Jade quería escapar pero el payaso toma su débil brazo y la arrastra hasta una mesa. Ella pensaba que allí mismo la iba a matar dolorosamente con cada cuchillo y cosa filosa que tuviera allí aquel payaso.