En el final de un túnel sin luz

2 0 0
                                    

¿Por qué será tan anhelado el final?


El desasosiego no es sólo una funesta realidad. Con el destino, lleva a no valorar nada más que lo que se aspira tener, que hasta donde sé, no es más que lo que se ha soñado. Me es más sencillo admitir una verdad ajena como propia, ya que la mía, tan desacorde y clandestina, sólo busca demostrar su lívido remordimiento. Es decir, ¿entregarías aquella parte tuya de más valor a sabiendas de que no se va a romper? Aclarando que el hacerlo implica ya saber a qué. Pero, ¿se sabe en verdad cuándo hacerlo o a qué? No tiene sentido ser vulnerable a menos que la otra parte decline importancia a tu favor y, honestamente, te haga sentir cobijado. Parece sencillo cuando no presientes un peor porvenir, sin embargo, no es utópico.


En medio de disturbios y probables distracciones, cuando en momentos fúnebres solemos desviar lo que en verdad merece atención, por lo tanto, se destruye la idea; entonces nos vemos tentados y exigidos a no dar más de nuestro ser genuino, llevándolo ahora por un sendero de hastío hacia sí mismo, como si de alguna manera así pudiera reaccionar o fuera suficiente lamentarse para no dar cabida a ningún tipo de afecto.


Aunque para mí, que siento absoluto desinterés por todo aspecto existente, debo confesar, me hace sentir intrigado. Pero por ésta idea -y no pocas más- oculto que ansío un imposible retorno de mis recuerdos, donde yace en un prestigiado lugar que siempre le ha pertenecido, y en el cual me dejo llevar ante la sutil aparición del distante olvido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 27, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pensamientos más implacablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora