Capitulo 8

302 28 6
                                    

Antes que nada, es urgente que lean la nota de autora al final del capítulo.
Ahora si...

Narra Maddie:

Agh, tenía que estar lloviendo... lo que me faltaba *nótese sarcasmo* Hagrid me había pedido ayuda para llevar a los de 1er año en los botes hacia el castillo, imagínense hubiera sido genial.

Pero ahora, estamos todos empapados dentro de un carruaje que huele a perro mojado, que asco.

-Toma- Hermione me extiende un cepillo.

Oh Deos mío, ésta chica si que tiene cerebro.

Tomé el cepillo y cepillé mi cabello (pues que más?), sentía como caían muchas gotitas de las puntas de mi cabello a mi rodilla. Estaba fría el agua.

-Llegamos- nos avisa el jinete que manejaba el carruaje siendo empujado por... nada.

Rápido bajamos y caminamos el resto del camino hacia el castillo. Podíamos escuchar los divertidos sonidos que provocaban los mojados zapatos de los demás. Aunque yo ame la lluvia, simplemente no me gusta mojarme cuando estoy perfectamente uniformada y sobre todo, peinada.

Eeeen fin, seguimos caminando hasta la entrada donde pasamos sin ningún problema, todo iba bien hasta que un globo aterriza en mi cabeza.

Pero no era un simple globo, era un globo con agua.

Me dí la vuelta para ver a que genio se le ocurrió aventarme un globo de agua y ví a Peeves riéndose a carcajadas y aventando más globos a todos los demás. El enojo se me fué al ver como a Malfoy le caía un enorme globo. Solté carcajadas enormes y me aparté un poco de el lugar junto con mis amigos para que no nos cayera otro globo.

-¡Peeves! ¡Peeves!- gritaba la profesora McGonagall llegando hacia nosotros -Ese nunca se cansa- negó rotundamente y quizo caminar hacia Peeves pero éste le lanzó otro globo lo cual provocó que soltara un grito.

Miré la escena divertida mientras me acercaba a la profesora para ayudarla, McGonagall quizo avanzar de nuevo hacia Peeves pero se resbaló y lo único que hizo fue jalarme del cuello de la túnica haciendo que yo cayera al suelo y ella se pudiera levantar.

-Lo siento Madison, lo siento- se disculpa y camina hacia Peeves regañándolo.

Harry me extendió la mano para levantarme y gustosa acepté. Luego de eso nos indicaron que nos sentáramos en la mesa que nos corresponda. Junto con Dean me fuí patinando por el pasillo del Gran Comedor llegando a nuestros asientos. Fue genial.

Nos acomodamos y los prefectos fueron pasando a uno por uno para secarnos con un encantamiento. Nos dieron una taza de chocolate caliente, eso fue lo mejor de la noche.

Para más de rato llegó el fan de Harry, Colin Creevey y comenzó a hablar sobre su hermano menor que acaba de ingresar a primer año. Me divertía viendo como Harry evitaba al pequeño niño.

-Anda Harry, tu club de fans se agrandará- le dije riendo y el me miró mal mientras le sonreí inocentemente.

Los profesores nos pidieron guradar silencio y blablabla. Abrieron las puertas del GC y los alumnos de nuevo ingreso entraron.

-¡Mira! ¡Mira! ¡MIREEN!- gritaba Colin con un enrome entusiasmo -Ese es mi hermanito Dennis, el del saco enorme... ¿Esperen, de dónde sacó un saco así de grande?-

Maddie Black 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora