Costa Clara.

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Es una noche clara, noche de verano en las playas de Costa Clara. La luna ilumina la superficie del mar haciendo que esta reluzca. Pero nadie se percata de ello. Todos están en la orilla celebrando la primera luna llena del verano. La primera noche clara de muchas.


Los jóvenes están en la orilla. Los jóvenes adultos en los pubs. Los adultos en las playas privadas. Los ancianos en casa. Porque cuando hay fiesta en Costa Clara todo el mundo tiene un papel que debe seguir.


Los jóvenes se arremolinan en la orilla intentando repartir la mercancía entre todos. Algunos traen vasos, otros traen hielos. Algunos traen alcohol, otros traen tabaco. Todos son una familia, todos reciben por igual, todos disfrutan juntos el verano.


La única exclusividad que hay es la mercancía que Hugo Valcárcel trae. No se reparte, no se hace bote. Quien quiere paga un precio.


Hugo camina descalzo por el paseo marítimo. Paso firme, bolsa en mano y ceño fruncido. No lleva el móvil consigo y aun así todo el mundo sabe que en apenas cinco minutos estará reunido con el resto.


Se adentra en la playa de arena blanca. Está suave y limpia. No por mucho tiempo. Hugo se mueve hasta el remolino de personas que chillan por un cubito o piden más bebida en su copa. Su pelo negro rizado y su camiseta roja de los Bulls le hacen inconfundible. Todo el mundo sabe que lo lleva. Hugo asiente y los que están interesados en la consumición especial se apartan del grupo hacia una zona tapada por los baños públicos. Todos se ponen en fila y Hugo va repartiendo. Primero los porros, por último los gramos. Una vez todos servidos, marchan hacia el otro grupo para coger sus bebidas y empezar la fiesta.


-Hugo tío ¿A qué viene esa cara? -Le pregunta Alex-- ¿No te ha pagado nadie o qué?


-Ya sabes que a mí se me paga por adelantado-dice Hugo con suficiencia.


Alex se limita a levantar una ceja.


-La cosa es-continua Hugo-que me han judeado pero bien. Te acuerdas de Laurita la de los ojos azules.


-La ¨Niña de tus ojos¨ -contesta riendo Alex.


-Exacto. Pues la cosa es que la ¨Niña de mis ojos¨ se ha vuelto la ¨Rueda rueda¨-Dice Hugo con asco.


Alex abre sus enormes ojos verdes de par en par. Una sonrisa malvada le ilumina la cara. Tras ello rompe a reir.


-¿¡La ¨Rueda rueda¨?!-exclama riendo-¿Se ha puesto gorda? -Más risas.


Hugo solo le mira con odio reprimido.


-Ni se te ocurra decir lo-amenaza.


- ¡Te lo dije! -Chilla Alex mientras salta y riendo cada vez más fuerte.


Hugo le pega un empujón. El otro sigue riendo mientras escupe la arena que le ha entrado en la boca.


-El verano pasado cuando empezaste a ¨estar¨ con ella te dije: Esta el año que viene se va a poner gorda, ya está pillando volumen. Tú, por supuesto, no me hiciste ni caso y ahora tienes que decidir entre un buen subidón o tener orgullo-explica desde el suelo.


-Vamos a ver, primero: yo no estuve con ella, simplemente me servía y por dos.


-A ti todas te sirven por dos-le interrumpe Alex.


-Calla. Segundo: qué más dará que esté un poco gorda o no. Lo que pasa es que se ha puesto tan gorda que si se cae por una rampa la recorre haciendo la croqueta. Y tercero: como cumple los dieciocho se va con sus amigas de viaje todo el verano. ¿Qué hago yo ahora si la tía que me proporciona toda la mercancía se larga? -Dice mientras pasa la mano por sus rizados cabellos.


-Pues la llevas clara tete-contesta incogiendo se de hombros-De todas maneras por aquí hay unos cuantos camellos más, siempre puedes buscar otro proveedor.


-Tío son carísimos, no me dan tanto dinero, estoy con mis abuelos maternos, es con el jefe con el que no hay problema económico. Qué le digo a mis abuelos: ¿Oye abu, me das ochenta euros para comprarme unos gramos para mis amigos y yo? Voy listo.


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⏰ Última actualización: Sep 28, 2015 ⏰

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A Lonely September  (Un Septiembre solitario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora