3. Granuda

50 4 1
                                    

Lisa Bloom en multimedia

Las risas en los pasillos dirigidas a mi inundaron mis oídos.

Me puse la capucha de mi casaca, baje la cara y apreté el cuaderno que tenía en mis brazos más fuerte contra mi pecho. Jamás había tenido una experiencia tan horrible y traumática en mi vida. ¿Cómo pude ser tan tonta para gritar mi virginidad en público?

Sentí a Lisa caminando junto a mi. Lisa decidió acompañarme hasta mi casa para evitar que alguien quiera abusar de mi, lamentablemente no en la forma que yo quisiera. Además, nos habían asignado hacer un proyecto juntas de Historia

Salimos del colegio y ya me estaba dirigiendo para irme a la parada del bus, ya que Nicko se enfermo y no vino hoy al colegio, y yo voy a poder manejar recién el próximo año.

—¿A dónde vas?—me pregunto Lisa confundida

—A la parada de autobús—le respondí obvia

—Cariño, me voy contigo hoy-me explicó enseñándome unas llaves—Yo tengo auto

Levante mis manos en forma de defensa y la seguí hasta su auto, que era un hermoso Ferrari rojo. Lisa, es demasiado afortunada, tiene un novio perfecto, un carro perfecto y yo supongo que debe tener una casa perfecta. En conclusión, toda una fichina.

Me subí y ella arranco y le guíe el camino hasta mi casa. Al llegar baje y le propuse la idea si se podía quedar por la tarde

—¿Enserio?—me contestó ella—¡Gracias!

Estaba muy emocionada... Wuju

Por mi parte yo estaba deprimida.

La guíe hasta mi cuarto con ella pisándome los talones

Al entrar me di cuenta que mi cuarto estaba desordenado, pero realmente desordenado.

Fue, esta vez no le voy a gritar a mi hermanos.

Me tire en mi cama y  puse mis manos en mi cara.

Y llore.

¿Qué? ¡Yo también tengo sentimientos!

—Nena, no llores, tranquila-trato de consolarme Lisa—A todo el mundo le tiene que pasar un momento vergonzoso en su vida.

Seguí llorando, es más, También exagere.

—Lyra, cariño—me dijo con voz maternal—cálmate, vamos, siéntate.

No le hice caso. Yo seguí sollozando.

-¡LYRA HART O TE CALLAS O TE TIRO UN PUÑETE!

Me calle, ya me dio miedo.

Me senté para mirarla a la cara. Pero que...

—¡TIENES UN GRANO!—grite señalándole la frente haciendo que toda gana de llorar desaparezca— ¡JAJAJAJAJ!

—¡¿QUÉ?!— grito ella desesperada y se dirigió hacia mi baño a verse en el espejo

Y yo... Seguía riendo como foca retrasada

—¡NO ES POSIBLE!—grito desde el baño—¡NO! ¡ME VOY A MORIR! ¡ES ENORME!

En busca de una vida clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora