Historia de un cani homosexual y el metalero que le causó la reacción

Mes primero (resumen)

Me pasé lo que quedaba de septiembre y buena parte de octubre observando disimuladamente durante todas las horas conjuntas que teníamos.
Solía traer la guitarra o el bajo y el amplificador y, cuando un profesor faltaba y le dejaban, tocaba a volumen bastante bajo.
Llegué a descifrar como se sentía, a pesar de que no tenía tendecia a mostrarlo y sus ojos eran de un tono tan claro que apenas tenían color, hecho que dificultaba la interpretación.
Me sentía como un acosador y empezaba a parecerme que salía de la simple curiosidad de saber quién era. Intentaba tranquilizarme recordándome "no eres gay, lo sabes", pero cada vez dudaba más de esa afirmación.
Finalmente me atreví a hablarle.
-Oye,-dije con mi tono más normal- alguna cosa de lo que tocas parece bueno ¿Podrías pasarme algún grupo bueno no demasiado fuerte?
-¿Y tú desde cuando te interesas por la música?- Dijo mirándome fijamente con sus ojos fríos y sin ningún rastro de amabilidad.
-Mejor tarde que nunca, ¿no?
Suspiró profundamente y empezó a escribir una lista en un papel. Me la ofreció sin decir nada y se centró en buscar un sonido para el bajo. Leí:
Ghost B.C.
Black Sabbath (antes del álbum 13)
Iron Maiden
Sangtraït
Los Guardians del Pont
Samhain

Le dí las gracias y me fui. Una vez en casa empecé a escuchar los grupos sin que mis padres se dieran cuenta. Si veían a un hijo suyo escuchando Metal, les iba a dar un ataque, y no queremos eso.