Accedí un día a quedar con mis amigos, igual de canis que yo antes de conocer a esa misteriosa figura. Querían hablarme de algo, según dijeron.
Aparecí un minuto antes de la hora establecida, aún no había nadie, así que me senté en el suelo, apoyado a una pared. Estuve esperando por veinte minutos antes de que llegaran. En ese momento empecé a ponerme nervioso. No sólo habían llegado más tarde de lo aceptable, sinó que además ya habían quedado antes de venir. Me sentía apartado y eso me enfurecía.
- ¿Qué miras con esa cara de mierdas? - me preguntó uno.
Me quedé bastante pasmado ante tanta hostilidad, así que le pregunté qué coño le pasaba, a lo qué empezó a gritarme sobre que si yo estaba hablando con un heavy, que qué mierda de aspecto es el que llevo, que por qué no quedo con ellos, que envíe a la mierda los estudios...
Mi cerebro iba a mil. ¿Cómo le llegaba la información? Y más importante, ¿a él que mierda le importa, si en el fondo lo único que hace es robar, drogarse y escuchar música de mierda que ni siquiera puede apreciar con su mierda de oído? Accidentalmente dije esa en voz alta.
Pues qué bien.
Recibí un golpe potente a la cara, pero reaccioné rápido y pude evitar el impacto completo y le golpeé el estómago. Estúpidamente, preguntó que qué estaba haciendo, cosa que a mí me pareció bastante obvia, dado que me había atacado él. Instantáneamente se lanzaron todos hacia mí y me apalizaron considerablemente y se fueron, murmullando "marica de mierda".
Me levanté del suelo y me fui a casa, dónde busqué algún grupo un poco más potente que los que conocía para poder liberar mi ira. Encontré Pantera, que me parecieron apropiados, en mi estado mental.Al día siguiente, me presenté aún un poco magullado, y de un cierto mal humor.
Sorprendentemente, él se levantó y se puso en cuclillas para decir:
- ¿Y a ti qué te ha pasado?
Era su primera interacción conmigo en la que mostraba un interés en mí, hecho que me animó bastante, ya que implicó que no me odiaba.
Le hice una versión muy resumida de la historia, a lo que respondió que eran estúpidos y que les mandara a tocarse los huevos entre ellos en vez de al resto.
Le debí dar un poco de pena, porque me invitó a quedar con sus amigos ese fin de semana, si me apetecía.
Accedí con un poco de recelo, pero ilusionado a la vez.
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Historia de un cani homosexual y el metalero que le causó la reacción
RandomTodos sabemos la homofobia que corre en ese sector. Esto relata la conversión de un cani que ve que en sus anteriores círculos no va a ser aceptado por ser gay y, encima, haberse dado cuenta mirando a un metalero.