Capítulo 12

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El momento se hace incómodo, así que intervengo.

—Será mejor que sigamos haciendo el proyecto, ¿no, Álvaro?

El mencionado traga saliva, enfadado, pero asiente y se da la vuelta hacia el dibujo.

—Blas... Mejor que sigas vigilando la clase.

Él también me hace caso. Me encanta mi influencia.

A los diez minutos acaba la clase. Recojo mis cosas y me llevo en la mano las hojas del presupuesto. Le pediré a mi madre que las revise en busca de fallos.

Cuando ya he bajado al hall me doy cuenta de que me falta una hoja, la más importante, y corro a por ella antes de que cierren la clase. La cojo enseguida, pero cuando estoy saliendo escucho a alguien hablar. Son Blas y un amigo suyo.

—Y yo creía que era lista, de verdad.

—¿Quieres dejar de farfullar y decirme que ha pasado, Blas?

—Pues que Álvaro, el chulo playa ese, me ha insultado. Y va Nata y lo defiende a él. No me lo creo. Yo creía que era inteligente e independiente. Menuda decepción.

Me voy algo dolida. Yo SOY inteligente e independiente. ¡Y no intenté defenderle! Sólo quería suavizar los ánimos...

Carla y Paula ya me esperan abajo. Me hacen el gesto del reloj, están hartas de esperar.

Salimos del instituto hablando tranquilamente. Carla me pega un codazo para que mire al frente. Una vez lo hago, me quedo flipando, con ojos abiertos de par en par.

—Paula...

—¿Qué pasa?

—Mira delante de ti.

Con su habitual sonrisa, mira donde las demás, y se queda paralizada...

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