Capitulo 9

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Capitulo 9

Ya han pasado seis meses desde que se fue, y no he sabido nada de ella al igual que mis compañeros. Los siguientes días a que se fuese no era capaz de salir de mi habitación, había perdido las ganas salir, de relacionarme, de hacer cualquier otra cosa que no fuese componer, lo cual me hizo perder algo de peso debido a la situación por la que estaba pasando.

El CEO me ofreció un debut en solitario pues todos habían sido testigos de mi insistencia por componer y el tiempo que estaba comenzado a dedicarle. Siempre había querido tener al menos un trabajo en solitario, era un buena oportunidad tanto a nivel profesional, como personal, era el momento de sacar a la luz la canción que compuse para Leah, esa canción tenía que ser incluida en el disco ya que seguía echándola de menos y no olvidaba ni un solo instante que pase a su lado. Pese a que ya llevaba mejor el tema, aún la tenía muy presente en mi vida, era lo primero en lo que pensaba nada más despertarme y lo último que recordaba al acostarme.

Tan pronto como quise darme cuenta ya me encontraba recorriendo los programas te la televisión promocionando mi propio álbum en solitario. Poder cantar la canción que le dedique a Leah en algún que otro programa de radio me hacía muy feliz pues no era la canción con la que promocionaba, pero quería que fuese escuchada aún que solo fuese un par de veces. Tenía la esperanza que de Leah la escuchase aún que estuviese a cientos de kilómetros, mantenía la mínima esperanza de que se informaba de las novedades del grupo, por mi parte yo me moría de ganas por tener una mínima noticia de ella me daba igual si tan solo sabía que estaba bien o si había encontrado un trabajo pero necesitaba saber de ella. Así que cuando termine las promociones no dude un segundo en viajar para verla y de ese modo disfrutar de intimidad con ella aún que no estuviese muy seguro de si iba a querer verme.

Me arriesgue al coger un avión sin saber la localización exacta pero recodé cuando solía contarme lo mucho que extrañaba su casa y lo minuciosa que era al describirme el lugar donde se encontraba su hogar frente a una foto en su teléfono. "Cada mañana cientos de coches me despertaban, vivir en un ático del una de las calles más famosas de la capital tenía sus ventajas, no hacía falta ponerme un despertador porque los cláxones de los coches hacían su función, a veces era difícil conciliar el sueño pues el cartel luminoso que había enfrente iluminaba toda la casa, pero ver todos los días del año la acera abarrotada de gente era algo que me gustaba bastante, te encantaría si lo vieses...". Recordé cada una de sus palabras pronunciadas una mañana en un hotel de Seúl. Palabras que resonaban en mi mente una y otra vez en el avión hasta que me quede dormido por el sopor del largo viaje que aún me quedaba por delante.

Tras catorce horas de vuelo por fin había llegado a mi destino, sentía como si me hubiesen dado una paliza de lo cansado que me sentía. Cogí un taxi en el mismo aeropuerto y admiré el urbano paisaje hasta llegar al hotel, haber visto la foto en su teléfono me facilitaba bastante las cosas así que me hospede justo en edificio que portaba en su fachada el cartel luminoso que alumbraba su cuarto cada noche, que para mi suerte era un hotel. Puesto que era tarde decidí aclimatarme un poco al lugar y darme una vuelta por el hotel, baje al bar, visite el salón y subí a la terraza que quedaba por encima del rotulo luminoso. Podía ver toda la calle y casi toda la ciudad pero me interese por mirar con exactitud alrededor haciendo cávalas de cuál podía ser el edificio de Leah. No sería muy difícil de adivinar pues solo había dos edificios cercanos y uno de ellos era un teatro.

Una vez intuía cual sería su posible habitación, mire durante unos minutos, se veían luces encendidas en el ático. Entonces mis ojos pudieron divisar a una mujer atravesando la estancia, casi me da un vuelco al corazón porque recogía todas sus características, alta, con su característico peinado y su manera de andar. No me quedaban más dudas, era ella. Por un momento pareció estar mirándome pero no lo hacía, tan solo tenía la mirada perdida en algún punto del rotulo que se extendía por debajo de la terraza.

A.D.T.O.YDonde viven las historias. Descúbrelo ahora