Capitulo 6

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Capitulo 6

Pasaron dos meses desde que Leah y yo comenzamos la relación a escondidas, también hacía el mismo tiempo que estábamos de vacaciones. En ese tiempo ayude a Leah a encontrar piso, no fue tarea fácil pues nunca nos poníamos de acuerdo. No es que yo fuese a vivir con ella pero quería algo cercano a nuestro apartamento y en una buena zona del barrio. Finalmente dimos con uno a tan solo unas calles del nuestro, en el cual podía entrar a vivir cuando quisiese y podía mantenerlo bien con su sueldo.

Desde hacía un mes siempre que podía me escapaba e iba a verla, la verdad aún que no quisiese que dejase nuestro apartamento fue un alivio para nosotros a la hora de vernos y de tener cierta intimidad aún que fuese igual de puntual que antes. Me sorprendió bastante que en dos meses nadie sospechase sobre lo nuestro, ni siquiera las fans notaron nada, debía ser porque estábamos de vacaciones.

Me presente un sábado por la tarde en su casa con la excusa de que fui a ver a mis padres, ella me recibió con una camiseta ancha de hombro caído y un culot , no me sorprendió ella siempre andaba así por casa cuando estaba sola.

- No te esperaba...

- Me gusta sorprenderte ya lo sabes...- La conteste nada más entrar cogiéndola por la cintura para acercarla a mí y poder besarla con ternura.

El apartamento era más pequeño que el nuestro ,el salón estaba poco recargado, un sofá con cheslón, un mueble que acaparaba gran parte de la pared principal, una mesa con cuatro sillas y una mesa de fumador en el centro. El baño no tenía nada especial al igual que la cocina. Su dormitorio estaba presidido por una cama de matrimonio, una mesa a modo de tocador, un armario empotrado y un par de mesillas, me encantaban los dos grandes ventanales separados por dentro y unidos por un balcón por fuera que tenía en su dormitorio, era una pena no poder asomarme cuando estaba con ella.

Desde que vivía sola siempre que iba hacíamos algo diferente, ese día ordene comida tradicional coreana para cenar, a veces lo rutinario también es diferente.

- Podría haber cocinado yo Jun...

- No... esta vez no... ven...

- Por dios Junsu... ni siquiera hemos cenado.

- No es eso tonta... déjame una gorra.

Sabía que ella se extrañó al pedirla una gorra y mal interpreto mis intenciones. Fui a su cuarto con ella y del armario saco una gorra negra de beisbol que no tarde en ponerme. A continuación la cogí de la mano y la saque al balcón, la puse delante de mí y la abrace desde atrás.

- Para esto lo quería... me moría de ganas por hacer esto contigo...

- Por dios... a veces me sorprende que cosas tan simples te llenen tanto.

- Eres tu quien me llena... por eso las cosas simples me llenan... está comenzando a ser duro el tener que esconderme de todo...- la confesé hundiendo mi rostro en su cuello.

- Esta siendo duro para mí también... me encantaría poder contárselo a alguien, salir contigo durante las horas de luz sin tener que evitar lugares con cúmulos de gente o llamarte sin miedo a que me lo coja alguien que no seas tú...

- Siento tener que hacerte pasar por esto... pero no podría soportar tenerte tan cerca y tan lejos a la vez... nena tenemos que enfrentarnos a esto... superarlo y te prometo que algún día esto dejara de ser así...

Ella no volvió a contestar, note como se secaba una lagrima de la mejilla, eso hizo que me aferrase aún más a ella pues no quería verla sufrir.

Llego la cena y cenamos casi sin hablar, de vez en cuando miraba a Leah que comía con desgana y cabizbaja, contemplarla así me hacía comer con desgana también. No quería que mi fama supusiese un obstáculo en la relación, a pesar de que ella asumió los riesgos y las limitaciones que conllevaba ahora parecía disgustarla la idea de tener que esconderse de todo sitio público.

A.D.T.O.YDonde viven las historias. Descúbrelo ahora