Under white light (Larry Stylinson)

Shining Star

La cena seguía igual, estaban todos disfrutando de la música de los Eldar, el arpa y las dulces voces de los elfos llenaban el salón. Tauriel y Louis seguían en las puertas del castillo, mirando a la luna brillar y a las estrellas refulgentes en lo alto del cielo negro, sus oídos se deleitaban con el suave sonido del las hojas movidas por el viento y el ligero movimiento del río bajo ellos. De sus labios no salían palabras, ni siquiera se miraban, solo se mantuvieron pensando en la anterior conversación. Quizá para Tauriel no era tan tarde y podía intentarlo de nuevo, con alguien diferente, con su rey. Aunque era una vaga y lejana posibilidad, igual lo tenía en cuenta y Louis quería encargarse de eso.
Y valla que no tardo prácticamente nada, de un momento a otro Tauriel sintió una presencia mayor a la de Louis y con el nerviosismo corriendo por sus fluidos sanguíneos y las mejillas rosadas se giró lentamente para encontrarse con ese ser de olor mágico que se se encontraba a su lado. Su sorpresa fue mayúscula, pues era Thranduil el que estaba ahí, mirando hacia el frente, con la mirada perdida en alguna parte de las luminosas constelaciones. Ninguno de los dos quería romper el hielo, o tal vez si, pero la vergüenza se apoderó de sus cuerpos que se mantuvieron inertes en el mismo sitio y una fina voz se escucho a sus espaldas.

Louis: Am... Valla que tranquilo está todo ¿no? (Tosió) es un buen momento para hablar del futuro, algunos viajes, amor o... Bueno, cualquier cosa. Oh, valla, me necesitan ahí dentro, yo te cubro papá

Thranduil: Hermosa ¿no es así?  (Comenzó aún con su mirada en el cielo)
Tauriel: ¿Mi...mi rey?
Thranduil: La estrella mediana cerca de la luna Tauriel
Tauriel: Oh, sí...
Thranduil: Es la más especial de todas, tan brillante y blanca.
Tauriel: ¿Qué pasa con la mayor su majestad?
Thranduil: Solo... Solo dime Thranduil (Tauriel solo asintió con la cabeza) La mayor, ella, solo sé que está unida a la otra, cuando sea hora de que se apaguen, se apagaran las dos al mismo tiempo.
Tauriel: Son hermosas, ambas.
Thranduil: Ha pasado algo extraño con ellas, cuando... Cuando la Reyna murió una estrella más pequeña que la que ahora se encuentra cerca de la mayor, desapareció. Y llegó esa cuando... Olvídalo, ya pasó.
Tauriel: Thranduil
Thranduil: ¿Si?
Tauriel: ¿Puedes continuar hablándome de las estrellas?

Y ambos se quedaron ahí el resto de la noche, contando historias sobre las estrellas y antiguos relatos Sindarines. Cerca del otro y por primera vez Thranduil miraba a los ojos brillantes de Tauriel y ella intentaba tranquilizar su acelerado y palpitante corazón.

""

Dentro del castillo un acelerado y sudoroso Sinda corría arriba y abajo, esquivando los enormes cuerpos de los elfos. Louis era empujado y prácticamente embarrado en los cuerpos de los invitados y este se movía rápido en el castillo abriéndose paso con sus manos, buscaba a aquella mirada verdosa que era causante de que su pulso se acelerará. Busco por todo el gran salón, detrás del trono de Thranduil, bajo las mesas y entre toda la multitud. Decidió bajar, hasta donde se encontraban las reservas y ahí, entre el vino estaba aquel Galadhrim de piel lechosa, sentado sobre un barril y con su cabecita recargada en en otro, estaba por dormirse y la delgada silueta de Louis hizo que se levantara de golpe.

Harry: ¡Louis! (Se tiró a sus brazos y aspiro el suave aroma de la piel del Sinda)
Louis: Hazz (sonrío)
Harry: ¡Oh no! ( se separó)
Louis: ¿Qué pasa Harry?
Harry: Nos van a ver Lou...
Louis: No Hazz, papá está fuera con Tauriel y los demás están ahí arriba en sus asuntos
Harry: No Lou
Louis: Bien, vámonos de aquí entonces (sonrío y tomo la suave y clara mano del rizado)
Harry: ¡Ahí está Thranduil! 
Louis: Tranquilo, vamos por la puerta trasera ¿bien?
Harry: ¿No nos meteremos en problemas verdad?
Louis: No bebe, lo prometo

Subieron y comenzaron a abrirse paso entre los elfos, cada uno por su lado, debían aparentar frente a todos que no se conocían y eso parecía. Harry avanzaba, quitando con sus manitas a los grandes elfos, aunque el no era para nada pequeño. En un momento el Galadhrim sintió unas fuertes manos tomar su brazo y un olor común inundó sus fosas nasales. Salieron del castillo y una fría brisa azotó su cuerpo, lo que hizo que sus brazos viajarán al cuerpo del mayor, tomándolo por el cuello y escondiendo su cabeza en el. Louis como acto reflejo llevó sus manos a la cintura del rizado y lo abrazó con fuerza.

Louis: Hazz, ¿Tienes frío?
Harry: Si Lou
Louis se quitó su capa y colocó sobre los hombros de Harry, cubriéndolo con esta.
Harry: ¡Pero Louis...!
Louis: Shh... Ya habíamos hablado de esto, no tengo frío
Y el rizado no tuvo otra opción más que aceptar y dejar que Louis lo abrazara por la cintura y dejará un par de besos en su mandíbula. Claro que él estaba encantado con eso y soltaba risillas cada vez que Louis pasaba su nariz por ahí.

Harry: Lou, tengo sueño (soltó un ligero bostezo)
Louis: Mm... Mi padre está ocupado, ni se dará cuenta de que falto ahí, podemos dormir aquí afuera, así podemos estar juntos
Harry: ¡Si!
El rizado comenzó a dar pequeños saltitos de emoción. Louis encontró un buen lugar cerca del castillo, en una cueva, se aseguró de que no hubiera animales o insectos y entró. Llamo a Harry y este se acomodó en sus piernas, siendo cubierto por la capa de Louis y aún mejor, por sus fuertes brazos. Y así los dos abrazados y cansados por el largo día que pasaron, cayeron rendidos ante el sueño. Solo ellos, alejados de todo lo malo y de los que los quieren separados.
Claro que ninguno se dio cuenta de la celosa mirada del rubio, quien los vigilaba de cerca y no precisamente por órdenes del rey.

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