Atentamente: Tu princesa

Querido Peter:

Hay veces en las que la vida decide ponerte un obstáculo enfrente, uno que tal vez nunca llegues a superar.
Hoy no escribo poemas, porque lo que tengo que decir, no es nada poético, y aunque lo fuera sería demasiado difícil para mi escribirlo de esa manera, si ya lo es difícil así...
¿Sabes Peter? Hoy como todos los días llegue de la escuela y en casa se encontraba mi madre, pero había alguien más con ella, cosa que raramente ocurría pues papá trabajaba hasta tarde y mamá se quedaba sola pues yo iba al bosque para estar contigo La mujer que estaba a su lado trabajaba con ella, su nombre, creo recordar que era Emma, mamá y ella eran... solo conocidas, por lo que verla en casa también contribuyó a mi sorpresa.
Emma lloraba y lloraba desconsoladamente en el hombro de mi madre, y ella al notar mi presencia hizo una rápida seña con la cabeza indicando que debía irme a mi cuarto y no interrumpirlas, así lo hice.
Minutos después mamá entro a mi habitación sin decir nada respecto a Emma, lo único que hizo fue decirme que me arreglara, pues iríamos a un funeral
Yo asentí y antes de que saliera de mi habitación le pregunte de quién será el funeral al que asistiríamos, ella dijo que el hijo mayor de Emma había muerto, se había cortado las venas hace una semana y hoy había muerto en el hospital
No pregunte más
Llegamos al funeral y nos situamos hasta el fondo del lugar, luego de un rato llego la hora de despedirse del difunto, fue entonces cuando mi madre decidió que iría a apoyar unos momentos a Emma, y me dejo sola un rato.
Pero ese rato bastó para que me acercara al ataúd y contemplará a un joven con cabellos oscuros despeinados vestido con un traje y con vendas aún en las muñecas
¿Te dijo algo Peter? Creí que si te encontraba en lugares así en ocasiones como estas, estaría a tu viéndote hacer el esfuerzo de llorar al lado del ataúd con la cabeza al frente, digno y destrozado a la vez.
Pero nunca me imaginé estarías acostado en el ataúd siendo la razón del llanto de todos
Me destroce, salí de aquel horrendo lugar lo más rápido que pude y no sé cómo me encontré sentada llorando debajo del árbol en el que te vi por primera vez, debajo de aquel roble viejo, estoy confundida...
Dijiste confiar en mí... Pero no lo hiciste, o no lo demasiado para contarme que te sucedía
Dijiste que no era nada... ¿Entonces porque te cortabas?
Dijiste que estarías conmigo siempre que te necesitara ¿DÓNDE ESTÁS AHORA?
Peter... Tal vez la tonta fui yo, por no notar a tiempo la tristeza de tus ojos, por no insistir en saber que te sucedía, por no darme cuenta que las camisas no te quedaban grandes porque si...
Ahora sé que es el dolor y el sufrimiento, los estoy viviendo ahora, desearía que estuvieras aquí para consolarme... Príncipe, te juro no volver a llorar.
-Azul