Capitulo 1 : El inicio

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Mi nombre es Lilith, soy una vampiresa sangre pura de la realeza.
Mi familia la conforman mis padres, mi hermana y mi hermano mayor. Aunque de mi hermana no hablaré mucho, es una larga historia que tal vez cuente después.

Hoy es el cumpleaños de mi hermano Artemis, él es un año mayor que yo, cumple los 11 y para la celebración vendrá mucha realeza sangre pura, pues mi madre es la reina original de los vampiros. Pero nuestra familia se oculta tras otra, la familia Kuran es la familia real "reconocida" y gran amiga de la nuestra, estamos en una clase de congreso, donde ambas familias toman decisiones en conjunto, hace bastantes años que nuestra familia perdió el control total que poseía por un levantamiento interno, la monarquía que teníamos se acabó e implementamos una nueva forma de gobierno, algo más parecida a la que tenían los cazadores. Aun así, nadie podía negar la importancia de la matriarca en la estructura vampírica así que se decidió ese acuerdo.
Y si lo piensan, es una forma de gobierno muy bien pensada, dos familias toman decisiones en conjunto, eso minimiza el riesgo de traición y/o algún tipo de abuso de poder.

- Lilith quédate quieta, necesito terminar de abrochar el vestido y falta que te cepille el cabello aún, no seas impaciente, la paciencia es la mejor cualidad de -

- De un gobernante, lo sé mamá siempre lo dices-

Mi madre sonrío ante mis palabras, tenía unos bellos ojos azules, eran hipnotizantes, me hubiera gustado haberlos heredado de ella, pero solo Artemis lo hizo.

La "Reina original" tiene muchos más nombres, cada siglo que pasaba se le atribuía uno nuevo, "La que no morirá", "La gran madre" este siglo tenía "La matriarca".
Para mí solo era "Mamá" siempre tan comprensiva y amorosa, tenía más años de los que me gustaría, pero su belleza y juventud quedó intacta, ella estaba destinada a no morir y guiar a los vampiros en un mundo que ciertamente no nos pertenecía.

"- ¿Por qué nos tenemos que ocultar de los humanos? -" recuerdo haber preguntado una vez.

"- Porque este mundo no es nuestro amor, es como si fueras invitada a la casa de alguien y mataras al anfitrión, eso sería descortés y te haría quedar como un Monstruo ¿no es así? Y no queremos que los humanos tengan la razón al llamarnos así- " fue la contestación que ella me dio.

Terminando de poner mi vestido empezó a cepillar mi cabello, amaba estas fiestas, venía mucha gente, había comida deliciosa y mi madre se ponía su corona, me encantaba verla con ella, se veía hermosa.

- Listo Lilith, hemos terminado, procura no ensuciarte ni despeinarte ¿entendiste? No tendré tiempo de volver a cambiarte-

-Si mamá - Depositó un beso en mi frente y se marchó, seguramente a arreglarse ella.

Faltaban unas horas para la fiesta de Artemis, me encontraba en mi habitación leyendo cuando tuve una visión, imágenes entre cortadas era lo único que a mis 10 años podía ver, pero era suficiente.
Yo como Artemis tenemos poderes especiales que heredamos de nuestros ancestros, habilidades de las que gozamos tener como sangre pura.
Fue horrible y me asusté mucho, una niña de 10 años imaginando matanza, cadáveres desmembrados y ríos de sangre fluyendo por el salón del castillo, era alarmante, incapaz de controlar lo que me causó aquello, entonces empecé a llorar.

Artemis no tardó en llegar a donde me encontraba, viéndome con semblante preocupado y acercándose para cerciorarse de que estuviera bien.
Él era el heredero al trono, era el primogénito y un día formaría parte del consejo. Ciertamente esperaría más tiempo en ser rey, puesto que mi madre como ya había mencionado no moriría. Los ojos azules de Artemis y su abundante y lacio cabello negro le daban una presencia encantadora, siempre cuidó de mí y siempre vino en mi auxilio cuando nuestros padres no estaban cerca.

- ¿Qué tienes Lilith? -

-No quiero que oscurezca-le dije con la mirada viendo el suelo.

- ¿Por qué si es mi cumpleaños? Creí que te encantaban estas fiestas-

No soporté más y me lancé a sus brazos a llorar.

- Artemis no te vayas, por favor, quédate conmigo -

Artemis secó mis lágrimas y me dijo con una calma fascinante digna del heredero y hermano mayor que era.

-Todo estará bien no dejaré que te pase nada-

Y salió de mi cuarto hacia el jardín del castillo. Podría haberle creído fácilmente si no fuera porque yo lo había visto, él no sabía lo que iba a pasar no tenía ni idea, esa imagen no salía de mi cabeza, atormentándome constantemente hasta llegar al punto de no poder más; por tal motivo busqué la ayuda de mi padre.
Él estaba recibiendo en la estancia a los invitados que iban llegando.

Mi padre siempre fue un líder justo, un padre amoroso y un esposo fiel, era digno de respeto y alabanzas, la matriarca no pudo haber encontrado mejor compañero, eso era lo que todos decían, al menos antes del levantamiento.
Al acercarme a él me di cuenta de que estaba entrando la familia Kuran con su hijo Kaname, él y yo nos llevábamos bien, teníamos la misma edad y los mismos intereses en general, así que mi madre tenía la esperanza de que él y yo un día nos casáramos, así ya no habría dos familias gobernantes, solo una otra vez.

- ¡Kaname! - sonreí ante su presencia, él era encantador, era como el príncipe que siempre rescata a las princesas, él era mi príncipe.

- Hola Lilith- saludó mientras me sonreía. Su sonrisa, su sonrisa era tan bella, que hacía latir mi corazón muy rápido.

-Lilith no seas grosera, saluda a Haruka y Juri- me reprendió mi padre al ver que los estaba ignorando completamente.

- Lo siento señor y señora Kuran - di una leve reverencia- nos alegra que hayan podido venir-

Juri sonrió ante mis palabras y dio junto a Haruka una reverencia.

- Nos honra su invitación princesa-

Correspondí la reverencia con una sonrisa.

- ¿Madre puedo ir a jugar con Lilith? - pregunto Kaname tomando mi mano.

-Claro vayan-

"Kuran Kaname, mi príncipe"

Vampire Knight -Fanfic- Vol.1 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora