-Hola... mi... mi nombre es Ella y...- Tartamudeé.
Como no hables un poco más alto no voy a poder oírte ni yo.
"Cállate, no estás ayudando" Le reprendí mentalmente a mi voz interior. Sí, ya sé que es extraño, pero te acabas acostumbrando: es como tener una compañera de piso pesada y completamente diferente a ti. La llamé Alle por éso, mi nombre al revés, ya que, al fin y al cabo, somos la misma persona.
El profesor decidió ayudarme con mi pequeño problema y se adelantó para declarar que era la alumna nueva.
Como si no se hubieran dado cuenta
Me senté rápidamente en el único sitio que encontré libre e intenté convertirme en una adolescente más, o en una mancha de café en la pared. Sí, mejor la mancha.
Me cubrí la cara con mi largo pelo color caoba (aunque yo odio el tacto del pelo rozando mi cara), lo que hizo que la mayoría de mis compañeros dejara de prestarme atención. Seguramente no dejaban de preguntarse por qué escogí la clase de debates si ni siquiera puedo pronunciar mi nombre delante de treinta personas... Bueno, era éso o economía.
El resto de la hora la pasé hablando con Alle (sí, así de aburrida me parece esta clase) y mirando por la ventana. Después tuve otras dos clases más (que empezaron con inaudibles presentaciones por mi parte) y pasé una hora de la comida extremadamente solitaria, sólo vagando por los pasillos. Aún no sabía dónde estaba el comedor y no quería preguntar. Ignoré mi estómago hambriento y me dirigí a mi taquilla para dejar los libros de la mañana. Rebusqué en mi mochila en busca de... ¡sí, aquí! Cogí con una mano el pequeño papel en el que me habían escrito el número de taquilla y la combinación del candado, que después podría cambiar a mi gusto.
"Taquilla 367... 367... 367... ¡Esta es!"
Forcejeé con el candado, introduje la contraseña escrita en el papel que me dieron en secretaría e inicié una "violenta" contienda porque el maldito candado había decidido no funcionar. Era consciente de que cada vez estaba llamando más la atención, las personas se giraban para ver el espectáculo que estaba montando. Frustrada, golpeé la taquilla con el puño, que sólo sirvió para que me doliera la mano y me miraran aún más.
De pronto, una mano pequeña y delicada me golpeó tímidamente el hombro. Pertenecía a una chica baja y delgada, una sola ráfaga de aire podría llevársela volando de un momento a otro. Parecía intimidada por mi actitud. Bueno, era comprensible, ya que estaba utilizando las taquillas como saco de boxeo... Volví a adoptar mi actitud tímida y se me tiñeron las mejillas de rojo.
-Perdona pero... ésa taquilla es mía.- Me dijo la chica muy bajito. Puse los ojos como platos y volví a mirar el papel de secretaría. Taquilla 268. Mierda...
Muy bien, Ella. Empezamos con buen pie.
-Ehhhh... yo creía...- Agaché la cabeza deseando que la tierra me tragara mientras daba un paso hacia la izquierda. Metí la combinación en el candado, que se abrió al instante. No hace falta decir lo inútil que me sentí en ése momento.
"Malditas sean todas las taquillas del Universo..."
La chica e miró amistosamente mientras intentaba ocultar una pequeña sonrisa.
-Ehhh... repetí. Parecía un disco rayado.- Yo... yo tengo que irme a clase.
-Espera...- La chica apoyó su mano en mi brazo para retenerme. Me moría de las ganas que tenía de salir de ahí.- Me llamo Wendolin, aunque prefiero que me llamen Wen.- Alargó el brazo y me ofreció la mano, como si esperara que nos las estrecháramos como los importantes ejecutivos de Wall Street. Imité incómoda el gesto que tantas veces había visto en las películas americanas mientras rezaba en silencio para que no fuera una chica vengativa.
-Encantada, yo soy Ella.- Wen tenía una actitud extraña que me ayudaba a calmarme y a sentirme más confiada. En ése momento se me pasó por la cabeza que cambiar de instituto tampoco era para tanto, que tal vez sería capaz de adaptarme rápido...
Qué ignorante... a partir de ése momento me encontré un problema tras cada esquina...
Hola. Ya sé que éste capítulo es muy corto, pero es sólo el principio, no os impacientéis. Agradecería un montón que además de leer, votarais. ¿Alguna vez habéis pasado una situación MUY embarazosa en el instituto? Responded en los comentarios :).
Hasta el siguiente capituloooo. RF.
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El oscuro secreto de Ella
General FictionTodo comenzó con ése misterioso regalo que me llevó de cabeza a la enfermería. Después... después los sueños, convertidos con el tiempo en oscuras y horripilantes pesadillas y la pérdida de memoria. Pero lo peor fue cuando todo éso que creí ver en m...