En el pasado
6 años atrásMi día en la escuela había transcurrido igual que todos: «aburridos».
Tomé el primer autobús que hizo parada y me senté en el tercer asiento cerca de la ventana, el camino de la escuela a mi casa sólo era de 15 minutos, pero hoy no quería caminar.
El autobús hizo la parada unas 5 casas antes de la mía así que me bajé, camine lo que restaba a mi casa, saqué mis llaves de mi mochila y abrí la puerta, deje mi abrigo y mi mochila en el sofá. Ningún ruido albergaba en toda la casa, mi padre se encontraba trabajando y quizá mi mamá este tomando una siesta, pero no perdía nada subiendo a su habitación para asegurarme de qué estuviera tomando su siesta, últimamente mi madre no sé sentía muy bien, es por eso qué dormía la mayoría del tiempo. Yo sé qué qué algo le preocupaba pero no sé cual era el motivo; hice aún lado mis pensamientos sin sentido y camine a las escaleras las subí lentamente procurando de no hacer ningún ruido, cuando me encontraba enfrente de su puerta, giré cuidadosamente la perilla y abrí la puerta.
Me quedé inmóvil, con los ojos abiertos como platos, no podía creer lo qué estaba viendo en este instante; mi madre tirada en el suelo con sangre en casi todo su cuerpo y un gran charco de su propia sangre a su alrededor, rápidamente bajé a la primera planta y tomé el teléfono de la mesa de centro y marque a emergencias.
-Buenas tardes, ¿cuál es su emergencia?.- pregunto un chico al otro lado de la línea.
-Mi... ma..má, es...ta muu..er..ta- trate de responder lo más tranquila posible, lo cual no me resultó.
-Señorita trate de tranquilizarse, dígame su dirección para qué pueda enviarle ayuda.- me dijo con un tono meloso.
Tomé una profunda respiración y le dije mi dirección, una vez qué sé la dije colgué y me encargue de llamar a mi papá, le di la noticia lo más tranquila posible. Volví a subir a la habitación de mi madre y comenze a llorar más, no podía creer que mi mamá se había ido de mi vida, amaba a mi mamá con todo mi ser y ahora se había ido para siempre de mi vida, las lágrimas no paraban me sentía destrozada, escuche la puerta de la entrada cerrarse y supose que era mi padre. Ya no estaba en el marco de la puerta ahora estaba incada a lado del cuerpo de mi mamá, acunandola en mis brazos, no me importaba tener su sangre en mi ropa ya nada me importaba.
-Hija... vamos a llegado la policía y los forences, es hora se llevaran a mamá.- dijo soltando un sollozo.
-Papá... prometeme que encontras al que asesino a mi mamá, por favor... papá.- lo mire directo a los ojos, suplicandole.
Me separe del cuerpo de mi madre y corrí a abrazar a mi papá.
-Te amo papá.-murmure en cuello.
- Y yo te amo más hija, y te prometo que sí encontrare al desgraciado que nos arrancó de la vida a mamá.- me sobo delicadamente mi espalda.
Bajamos las escaleras abrazados y salimos a la calle, para que se llevaran el cuerpo de mamá y después de eso dariamos nuestras declaraciones.
Mi papá jamás se separó de mi, mientras me hacían unas cuantas preguntas los oficiales y se encargaba de llevarse el cuerpo de mi mamá.
Mi vida ahora sería muy diferente.
Sólo seríamos mi padre y yo desde ahora.
Pero lo más importante me encargaría de buscar al asesino de mi mi madre, sin importar lo que me costará.
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Corazones miserables
Mistério / SuspenseEl, un chico con un corazón miserable. Ella, con un gran corazón miserable. El y su corazón miserable estan en busca de amor. Ella tiene lo que el busca, pero ella busca la venganza. Ambos buscan cosas distintas, pero no el destino. El destino los...