Encubriendo a un Homicida

Introduccion.

Roronoa Zoro.

Un joven homicida de 19 años, su historia no es la más trágica, pero lo que le paso es suficiente para hacer lo que hizo hace tantos años.

Él tenía una mejor amiga, casi hermana, llamada Kuina. Ella fue asesinada vilmente a sangre fría por un hombre sin escrúpulos. El pequeño peliverde con tan solo 7 años de edad mato de la misma forma al hombre que asesinó a su mejor amiga.

Ese crimen quedo intacto. Nadie nunca lo supo. Pasaron los años y el chico no quedo con la conciencia completamente limpia. Recuerdos de aquel asesinato vagaban secamente por su cabeza. Preguntas de ese día pasaban a visitarlo todas las mañanas «¿Porque lo hice?» «¿En verdad estuvo bien?»

Y sobre todo: « ¿Por qué? ¿Por qué me encanto sentir su sangre recorrer mis brazos? ¿Por qué ver sus órganos fuera de sí fue como una obra de arte para mí?»

«¿Por qué?»

Su cordura no lo soportaba, si exploto una vez, ¿Por qué no una segunda?

Pues así fue, un segundo asesinato por parte suya apareció nuevamente a sus 14 años.

Pero, esta vez no fue por venganza...esa vez, fue por curiosidad.

En un callejón obscuro, a eso de las 5:00 de la mañana, el chico cometió su segundo asesinato a una mujer de unos 23 años, no era muy alta, por lo que fácilmente pudo con ella.

Sin embargo, su curiosidad y obscura ansiedad no cesaba.

Tenía sed.

Sed de sangre.

Sangre inocente.

El desequilibrado chico siguió cometiendo homicidios hasta los 17...pero, su hambre no terminaba.

Él quería más.

Mucho más.

Así que, a los 18 años, coloco una granada en un centro comercial. Cientos de vidas inocentes se perdieron por la simple y tonta -curiosidad- de un chico.

A los 19, cometió su segundo genocidio, en una cárcel para presos de alto rango. Gente a la que se le creía que habían tenido pena de muerte se encontraba ahí.

Con unos cuantos barriles de TNT hizo polvo ese escondido lugar.

Pero, la policía lo persigue, no saben a la perfección como es, pero lo más destacanté de él es su pelo verde y su bandana negra verdosa.

Por ahora solo tiene 2 amigos, Nico Robin y Monkey D. Luffy.

Robin es una mujer de 23 años, ella cuida la salud mental del chico, se encarga de no hacerlo enojar mucho, aunque de cualquier modo, Zoro es muy serio.

Mony D. Luffy, él es un chico amable de 16 años, si vida siempre había sido muy buena...hasta los 13. Cuando vio cómo su madre era violada brutalmente por un hombre que después la mato, pero él no se quedó atrás y con sus manos y el mismo cuchillo mato al hombre que asesinó a su madre. Pero a pesar de todo, es muy pacífico y alegre. Claro, que si llegas a tocar su cuchillo «Ese con el que mi madre fue asesinada y que luego yo use para vengarla» eres hombre muerto.

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Sanji.

Un joven estudiante de la universidad, no hay mucho que contar de él, pero es un aspirante a cocinero.

Vive solo en una enorme casa en el bosque, le gusta estar solo, pero de vez en cuando va detrás de alguna chica bonita o a visitar a su abuelo "El Viejo Zorro", como el suele llamarle.

Él no es su abuelo, realmente, pero ambos se encontraban solos y abandonados y decidieron hacerse compañía hasta que volvieran los padres del chico y los hijos del hombre.

Cosa que nunca pasó.

Él fue abandonado a los 9 años en un parque «No lo recuerdo» es lo único que contesta cuando le preguntan por el tema.

Aunque, claro está que lo recuerda.

"Era una gélida noche de invierno, los padres de Sanji lo llevaron al parque a que se divirtiera con su mejor amiga, Vivi, en la abundante nieve.

‹Ya volvemos› dijeron sus padres, cuyo rostro ya fue dejado en el olvido.

El pequeño asintió sin saber lo que venía y siguió jugando con su amiga mientras veía a sus padres alejarse rápidamente y algo nerviosos.

~

‹Adiós, Sanji. Papá me llama para cenar. ¿Quieres venir? Tus padres aun no llegan.› dijo amablemente la pequeña peliazul.

‹No, Vivi. Ellos ya volverán. Solo debieron olvidarse de algo y ahora están retrasados› contesto el rubio con la mirada en los pequeños copos de nieve que caían lentamente dándole cierta esperanza pero al mismo tiempo arrebatándosela

‹Bien... Nos vemos luego› se despidió la niña con una mueca pequeña de disgusto.

El chico estuvo esperando toda la noche hasta que el frio y el sueño lo vencieron dejándolo caer rendido en una banca después de merodear un largo rato por el parque con la esperanza de que sus padres volvieran pronto.

«Oye, niño, ¿Estas vivo?»

Pregunto un anciano moviéndolo en la fría pero, de cualquier modo, acogedora mañana.

El niño se levantó de la banca y ambos disfrutaron de la compañía del otro mientras esperaban la llegada de quien nunca llegaría."

Sin más, el chico jamás vio de nuevo a sus padres, aunque los primeros 3 años acudía con el anciano a aquel viejo y oxidado parque, que pronto sería un estacionamiento, para ver si cerca de ahí aparecían los padres del niño o los hijos del anciano.

Por ahora, vive feliz olvidado de aquel triste y desolado pasado. «No te gustaría ser yo»

Aún conserva la amistad de Vivi y conoció a su nueva y otra mejor amiga, Nami, y a su mejor amigo, Ace, quien está en busca de su hermano desaparecido, Luffy, que después del asesinato que cometió, huyo lejos. Lejos de su madre, lejos de su padre...

«...Lejos...

...de mi...»

Estudian juntos en la Universidad, aunque Ace es un año mayor.

A Sanji le encantan los gatos, la cocina, le gusta confeccionar ropa y vestuarios para sus amigos -e incluso a sus 3 gatos-

Tiene 3 gatos: 'Luffy', el blanco con manchitas negras al cual le puso así porque ese se lo regalo Ace, 'Vimi', la negra con la pancita y las patitas blancas, que es una mezcla del nombre -Vivi- y -Nami- quienes pelearon porque le pusiera el nombre de alguna pero al final se decidió por "Vimi"...Por ultimo pero no menos importante, y la más pequeña, 'Ji' que le puso así por su madre que, aunque no lo diga, se ve que quería y extraña mucho.

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