Encubriendo a un Homicida

Capitulo 1

Narra Zoro.

Últimamente, las persecuciones son más, ya no puedo matar a gusto sin que venga la policía. De hecho, por culpa de la policía, casi dejo a alguien vivo. Malditos.

Ahora me encuentro de camino al hospital psiquiátrico. ¿Que si a visitar a alguien? ¡Ja! Nunca. Voy a sacar a alguien de ese patético lugar. No sé, tal vez otro chico, o una chica, así Robin no se sentiría tan sola.

Entre por la puerta ×Que inteligencia, Roronoa× ‹Cállate, Zoro va a hacer algo importante› Oh, hola Num, hola Zmat. Esas son voces de mi cabeza, las oigo desde el asesinato de Kuina, ellas y una cuantas más me impulsaron a matar a aquel estúpido hombre. Aunque de cierto modo se lo agradezco, si no hubiera matado a Kuina yo seguiría normal con mi vida y sería un aburrido universitario.

Bien, sigamos, me metí y tome a un chico más o menos de mi tamaño y lo metí en un cuarto, parecía de mantenimiento, tome su traje de enfermero y lo mate, salí de ahí y tome la bandeja que el traía y camine, en una nota de la bandeja decía 'Paciente 247, piso 3, habitación 24, puerta 15.'

Supongo que sacare de aquí a ese, sea mujer o hombre, claro, que si no es lo suficientemente bueno no entrara.

Fui hacia el lugar que decía la nota con los pasos más calmados que podía. Las enfermeras pasaban y se me quedaban viendo embobadas, agh...puedo sentir la superficialidad alrededor de ellas.

Entre a la puerta 15 y vi a una chica sentada en la esquina de la obscura habitación en la cual solo daba una tenue luz de la ventana.

-Si vienes a traerme la comida, vete. Saben perfectamente que odio comer.-Dijo la chica sin moverse de la esquina.

-Me da igual si comes o no. No vine por eso.-Conteste aventando la bandeja al piso, ella solo me miro de reojo.-Vine a sacarte de aquí.

-¿A sacarme?-dijo y soltó una pequeña risa con tono de burla-Como quieras. Pero, supongo que no me sacas por buena conducta o que tú seas alguien bueno.

Habla, que es lo que quieres.-Dijo y se levantó del piso. Era una chica un poco alta, no más que yo, aparentaba unos 19 y tenía el pelo corto, usaba lentes y una camisa de fuerza y unas cadenas en los pies.

׿Que tan loca crees que este?×

No sé. Pero esa camisa de fuerza y las cadenas dicen mucho.

-Nada, solo quiero que estés conmigo. Matar solo a veces es aburrido.-Dije tranquilamente mientras quitaba su camisa de fuerza.

-¿Que te hace pensar que aceptare?

-No es como si tuvieras mucho por lo que elegir.-le quite la camisa de fuerza y ella se estiro.

-Ahh...que bien se siente ser 'libre' de nuevo.-Dijo-Esta bien, me iré contigo. Pero si quieres quitar estas cadenas tendrás que sacar mi espada. Está en una bóveda junto con más cosas de los demás locos.

-¿Que no tú también estás loca?

-Todos estamos locos, aunque sea muy profundamente o lo disfracemos con felicidad o enojo.-Contesto riendo ligeramente.

-Bien, ¿dónde está esa bóveda?.-Pregunte.

-En el nivel 5. Haya están unos de los locos más peligrosos. La vi antes de que me pasaran a "Loca de tercer grado". Allí torturan gente y dejan a los locos andar libremente por los pasillos. Con la única condición de que si haces algo indebido morirás electrocutado, asesinado, golpeado, ahogado o incluso violado por los del último piso. Los locos nivel 6.

-¿Cómo cuanta seguridad tiene?

-Unas 20 cámaras, 16 guardias, 8 vigilantes del pasillo y 3 espadachines dentro de la bóveda.-Dijo seria-Pero si es mucho para ti, puedes esperar a la 4:00, que es la hora de descanso para 10 de los guardias y 4 vigilantes. Solo los espadachines se quedan. No descansan jamás.-dijo soltando una pequeña risa. ×Que ría tanto me está molestando× Esta loca, que esperabas.