Nota

39 5 0
                                    

Caminando de la mano en un día de otoño en donde jugábamos a pisar las hojas secas que emitían un leve sonido al ser aplastadas, quien diría lo que algún día significarías para mi. Tú, tan pequeña e inocente sonreías tan alegremente que yo sólo tenía ojos para ti, pero no me di cuenta hasta después de mucho que lo que sentía hacia ti era...... Amor.
Cada vez que tus ojos evidenciaban tristeza, dolor, angustia, siempre estaba yo para cambiar el brillo de aquellos ojos y claro, era de esperarse pues yo era tu mas querido amigo; el que te vió crecer, reír, llorar a mares y por sobre todo el único que te ha visto hecha un desastre. Pero a pesar de todo, no era yo a quien tenías en tu corazón sino a él, a quien sólo le vastó un momento para enamorar tu alma por completo.
A veces miro al cielo y pienso ¿Estará bien?, ¿Es él capaz de hacerla feliz cada día?, ¿Podré verla otra vez y decirle que la amo?, pero ya es demasiado tarde, tú querida ya te has ido muy lejos de aquí y lo peor es que nunca pude decirte que en verdad te amaba, ¡oh Dios pero cuanto te amo!, me maldigo por no haberte detenido aquel día y estrecharte fuertemente entre mis brazos, manteniendo tu calidez por siempre junto a mí, pero en cambio lo único que hice al saber que te ibas, fue gritar con todas mis fuerzas frente al mar en ese día lluvioso, sí, en uno de esos que te encantaban. Luego de eso mi orgullo me hizo querer alejarme de ti por completo y no despedirme el día de tu partida por lo tanto hoy no sé nada sobre ti.
Tal vez algún día logres leer esto, mis mas profundos sentimientos que por idiota nunca pude decir y que solo supe callar.
Aún tengo la esperanza de que nos volveremos a encontrar, cómo me gustaría que supieras que estoy aquí y que si llegas a necesitarme podrás encontrarme donde siempre, en la única casa del vecindario con la base secreta en el árbol, nuestra base secreta....

Anónimo.

Amor de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora