Amor & Música [Nick Jonas] TERMINADA

CAPÍTULO 13

Victoria

Ha pasado un mes y las cosas iban bien, aparentemente. Mi hermano Daniel llega hoy a Los Ángeles y más feliz no puedo estar, aunque Austin no me habla hace una semana por eso. Me está matando su indiferencia, quiero a mis hermanos juntos, reunidos como familia, no que se distancien más.

―Mamá, ¿tienes todo listo?

―claro hija, no te preocupes, todo va a estar bien ―veo como Aus entra, mira a su alrededor, gruñe y sale del comedor.

― ¿aun sigue enojado?― pregunte a mamá. Ella solo asintió. ―Voy a hablar con él ― mi madre me toma del brazo.

―déjalo, ya se le pasara ― niego con la cabeza.

Fui hablar con Austin, no quería seguir peleada con él.

―Aus, ¿podemos hablar?― dije mientras entraba en la sala de grabación. Tenía puesto los audífonos, estaba tan concentrado que no noto mi presencia. ―Aus ― alzando un poco mi voz. Me cruce de brazos. ¿Realmente no me escuchaba o solo me estaba ignorando? Saque lentamente un audífono ― ¡Austin!― se volteó a verme, estaba fastidiado.

― ¿Qué quieres?

― ¿podemos hablar?― dije más suave. Solo quería hablar con él.

―que sea rápido, estoy ocupado ―dijo indiferente. Me dolía que me hablara así.

―Aus, no puedes estar enojado toda la vida. Sabes qué extraño a Daniel, es nuestro hermano...― me interrumpió.

―tu hermano, yo no tengo hermano, solo una hermana y esa eres tú. Por favor, no quiero hablar más de él ―negué con la cabeza.

―todos somos hermanos, te guste o no― iba a interrumpirme pero levante mi mano y lo calle ―se que tal vez no estuvo cuando más lo necesitamos, pero ahora está con nosotros. Yo los necesito a ambos, no quiero que estemos dividimos nunca más― sentía como se formaba un nudo en mi garganta.

―no puedo Tori, no puedo perdonarlo. Él es el mayor, se supone que debería estar ahí con nosotros. Él se fue, él nunca estuvo cuando tú estabas mal por ese imbécil― veía sus ojos brillar.

Tomó mi cara con sus manos ―cuando desapareciste, lo llame como loco y él no vino. Estaba desesperado, necesitaba a mi hermano―. Se enderezo y tomó una postura fría e indiferente. ―Pero ahora no lo necesito. Celebren su regreso si quieren, pero no cuenten conmigo ―tomó sus audífonos y volvió al trabajo.

Salí de ahí con un nudo en la garganta. Me fui al cuarto de música, me senté en el piano y comencé a tocar. De repente vino a mí una melodía y luego la letra. Una canción. Hace mucho que no componía, con todo lo que estaba pasando había tenido un bloqueo y no lograba hacer rimar nada.

La más pequeña de tres,

Con el mundo a nuestros pies.

Recuerdos de la niñez, como quisiera volver.

Juegos, risas, de todo. Con un mundo de locos.

Toda una vida para nosotros, somos hermanos eso no es todo...

Estaba saliendo bien, eso creo, termine de escribirla. Una canción 100% dedicada a mis hermanos, a esa infancia que tanto extrañaba. Sabía perfectamente a qué hora debía cantarla y a quienes les pediría ayuda. Le envié un mensaje a cada uno de ellos.