-¡Buenos días, mi amor, despierta!.
Uff, mi madre.
-Mamá, vete. Quiero seguir durmiendo.
-Nada de eso Jeremías Coursein, te me levantas... ¡Ya!
-No.
-Oh si!
Y de repente siento un liquido muy frío por todo mi rostro
-MAMÁ, ¿QUE TE PASA? ¡¿COMO ERES CAPAZ DE DERRAMARLE AGUA A TU HIJO?!
-Lo siento, debes levantarte ya, es tu primer día de clases, ni pienses que te dejaré faltar.
Lo había olvidado, pero como soy. Es mi primer día de clases, genial.
-Está bien- digo con voz cansada, y como no, si no dormí nada.
Me levanto de la cama y me dirijo al baño, me cepillo los dientes y me miro al espejo. "Será que éste año encontraré al fín a una chica?" Pienso.
-Pero en que estupideces estoy pensando- me digo a mi mismo y entro bajo la ducha.Me encuentro ya desayunando, en la mesa están mi madre y mis dos hermanas, Coral y Miel, mi padre ya se ha ido a trabajar. Coral tiene 14 y Miel 18 años.
De seguro se preguntan cuantos años tengo, pues tengo 16... todo un puberto.
-Cori -dice mi madre
-Si, mamá? -dice mi hermana con una voz muy dulce.
-Es verdad que le haz respondido muy groseramente a tu profesor de Literatura?
Oh, oh
-Lo siento mamá, pero el profesor se estaba pasando.
-A qué te refieres con 'se estaba pasando'? - pregunto con voz fría.
-Digamos que me estaba regañando injustamente.
-Injustamente? -agrega mi madre.
-Pues sí -dice mi hermana.
En eso suena el timbre.
-Hablamos después, señorita -dice mi madre y se retira para ir a abrir la puerta.
-Injustamente, eh? Digo con voz divertido.
-Cállate - me dice con voz irritante.
-Oye tú -me dirijo a Miel -Porqué tan callada?
-Estaba entretenida esperando a que mamá regañara a Coral -dice con un tono de voz un tanto pícara y divertida.
-OYE! ERES UNA ODI... CHIICOS, YA LLEGÓ EL TRANSPORTE -Mi madre interrumpe a Coral, que hace señas a Miel.
-Nos vemos luego, mamá -decimos al unísono y nos reímos por ello.
-Cuídense, mis amores - nos dice ella con voz tierna.
-Espero no meterme en problemas -digo.
-No lo harás -me contesta Miel, con una hermosa sonrisa.
Eso espero - pienso.
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Nuestro último baile
RandomUna pequeña introducción. "Por favor, no te vayas. -Lo siento, debo irme. -Entonces, concedeme este último baile". Savanna y Jeremías, dos chicos que se aman exageradamente, tendrán que luchar contra sus propios padres para conseguir estar juntos. P...