Capitulo 2

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-¿cual se ve mejor? el rojo o el azul- Amelia llevaba mas de 3 horas probándose vestidos para "la gran fiesta" a la cual me vi forzadamente a asistir gracias a aquellas fotos donde me veía vestida como gallina bailando con un payaso, lo mas ridículo es que tenia 15 años y esas fueron las consecuencias de una apuesta que me enseño, a que mi estomago no podía aguantar comer mas de 7 salchichas de las cuales me hacia falta comer 24 mas, para haber podido ganar y de las cuales para mi mala suerte Amelia poseía ciertas fotos de escenas, no tan agradables y de las cuales le daban todo el derecho a ella de manejarme como a un títere.

- sin duda el que no esta en esta tienda- murmure sin ganas

-¿como dijiste?- pregunto mientras se veía en el espejo

-que el rojo si da ganas de ponérselo- dije rápidamente, en realidad era la octava tienda a la que entrabamos y de la cual ya me quería ir y no con las manos vacías como con las otras, pero es que ya me tenia aburrida, por que me preguntaba y yo le daba mi opinión y ella solo decía "mmmmm sin duda el que no esta en esta tienda" esa frase me tenia harta, HARTA!!!

-mmmmm, sin duda el.....- la interrumpí.

- en serio, el rojo te queda perfecto- dije con la esperanza de que ella ya se decidiera por aquel vestido y poder irme a mi casa ya que los pies me dolían a morir.

- mmmmm, bueno esta bien este me llevo.

Amelia se fue a formar a la cola para pagar aquel vestido mientras que yo me quede sentada en una de las bancas de la tienda, pero algo no estaba bien, había algo extraño, tenia la sensación de que alguien me estuviera vigilando.

Voltie rápidamente que troné mi cuello y un dolor inmenso me recorrió. Cuando el dolor paso, me di cuenta que no había nadie, pero en eso vi unas camisas moverse en la dirección en que yo sentía que provenían miradas hacia mi. Y como la tipica chica de las peliculas de terror, me levante y me comencé a dirigir hacia la sección de camisas para caballeros hasta que...

-Tori!!!- el grito de Amelia hizo que me sobresaltara- ya vamonos.

- ya voy!!!- conteste y me aleje de aquel lugar muy confundida y llena de curiosidad, mientras volteaba hacia atrás, muchas veces.

Cuando llegue al cajero Amelía no estaba, así que salí hacia fuera para ver si estaba ahí. Salí y como lo esperé, ella no estaba afuera, hací que lo único que quedaba es que ella seguía en la tienda, comprando.
Me senté en una banca blanca que estaba afuera de la tienda, y comencé a observar a mi alrededor, niños jugando, personas comprando y perros haciendo lo que su instinto animal les ordena, voltie rápidamente para no ver aquellas escenas pornográficas de perros.
Después de una eternidad saque mi celular, había pasado una hora y Amelía no salía, así que decidí llamarla.

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.......... ( la llamada se cobrara, si quiere dejar un correo de voz....)

Colgué rápidamente, como odiaba eso. Guarde mi aparato electrónico para llamadas y mensajes en mi pantalón, me paré y cuando ya estaba dispuesta a irme me acorde que tenia que cuidar hoy a las 5 al gran hijo de mi vecina. Saque mi celular de nuevo y vi que faltaba media hora para las 5, aún estaba a buena hora, y cuando estaba a punto de guardar mi celular en mi pantalón, un movimiento torpe hizo que se me cayera y la pantalla se me hiciera en mil pedacitos, bueno exageró solo se partió la pantalla.

- Maldi***n- dije en un susurro.

Comencé a agacharme para recoger el móvil, pero algo o más bien alguien me lo arrebató.

-Eyyy- me queje, levanté la mirada, y me topé con un tipo como de mi edad, ojos oscuros, tez clara, cabellera bien cuidada, más que la mía, no estaba mal el tipo, pero me había quitado mi celular, y eso no se hace- eso es mío- señale el aparato mientras me ponía de pie.

El Último Suspiro....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora