Capítulo 1: Antes de nacer

56 5 0
                                    

      Sí, un título curioso ¿verdad? pero tranquilos ahora lo comprendereis.

      Bueno, vamos allá...

      Silvia,(mi madre) conoció a Marcos (mi padre biológico) a los 16 años, a los pocos meses empezaron una muy bonita relación que por desgracia fue truncada por la familia de Silvia en gran parte. No estaban de acuerdo en que su querida hija empezara una relación tan joven, sobretodo teniendo en cuenta que iba a un colegio de monjas, y claro ¿que pensarían los vecinos? Pero por otro lado la familia de Marcos estaba entusiasmada de que su hijo estuviera tan enamorado de la joven y consiguiendo así, que por fin que se bajara del otro amor de su vida: su MOTO.

      Como la familia da Silvia no estaba conforme como la relación, tuvieron que mantenerlo en secreto hasta que Juan (mi abuelo) les dio su "autorización".

      Con 17 años Silvia se fue de casa de sus padres y se quedó con Marcos.

      Pero la felicidad no duró mucho porque entre Diciembre y Enero, Marcos tuvo un accidente con la moto en el cual murió, dejando así a Silvia embarazada (aunque en ese momento ninguno de los dos lo sabía) Silvia, se quedó sin casa, y se fue a casa de un amigo (Ses) que al final resultó ser el hermano de mi padrastro.

     Al poco tiempo la que por aquél momento era la pareja de Ses, pensó que él y Silvia estaban liados, y que por eso cuando ella le pidió ayuda él aceptó. Por ese mismo motivo (unos celos como una casa) la pareja de Ses (la pareja no sé como se llama) le dio un ultimátum: Silvia se iba o cortaba con él. Aproximadamente a los 2 o 3 días Ses le dijo Silvia que se fuera de su casa.

     -Y yo ahora a dónde voy?-Preguntó Silvia.

     -Pues no sé, pero yo no voy a dejar a mi pareja-unos segundos más tarde, Ses añadió-En Hospitalet hay unas casas vacías, te puedes meter de okupa...

     -¡A muy bien Ses, de puta madre! ¡Que estoy embarazada! ¡¿Pretendes que me meta de okupa estando embaraza de 5 meses?!-Exclamó Silvia indignada.

     -Lo siento Silvia pero no te queda otra alternativa.-Le contestó Ses.

     Silvia sabía que no le quedaba más remedio, así que aceptó. Le pidió a Ses que la acompañara a donde estaban esos pisos vacíos. Estaban en Hospitalet [resulta que es donde está el centro de acogida en el que estoy ahora(CODA 2), por protección contra mis padres].

     Desde ese momento Silvia se quedó allí, la verdad es que tuvo mucha suerte; porque tenía agua y electricidad, pero como estaba embarazada no tenía trabajo, así que se dedicó a robar el cobre de las obras abandonadas.            


Vida de una adolescente destrozadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora