me llamo Ashton Irwin.

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No quería moverme, esta exhausta tumbada en mi cama, la chicas me saturaban con preguntas sobre Luke y Angie, no sé como me les escape.

Mamá también me pregunto sobre cómo me fue en el colegio, Y a excepción de Angie y Luke, todo fue miel sobre hojuelas.

¿Qué hacer ahora? No tenía tarea por hacer, las chicas no dijeron nada para salir en la tarde, tenía mucho tiempo libre, y sabía que hacer con él.

Mi largo cabello (que me empezaba a estovar) lo sujete con una coleta, y antes de que ocurriera una desgracia, saque esos molestos entes de contacto de mis ojos <<solo 2 meses más para la operación>> y torpemente pase mis manos por el tocador en busca de mis lentes de pasta gruesa.

Busque la caja de pinturas que tenía bajo mi cama, ya era tiempo de pintar esa esquina horrorosa que hay en mi habitación.

Entonces ocurrió algo que pareció sacado de una película de comedia, yo estaba muy contenta terminando de pintar una especie de árbol con el que tape una mancha de barniz de uñas cuando coloque el tarro de pintura marrón en la ventana y resbaló.

-mierda- escuche gritar en la parte de abajo, ese maldito frasco rodó por la pequeña cornisa y cayó ensuciándolo completamente a un chico.

Baje corriendo las escaleras y salí a ver quién era, pudo ser un vecino mayor de edad -Hay que pena disculpe- dije sin saber aún a quien le derrame pintura marrón.

-no pasa nada linda- dijo con chico alto, con cello castaño y ojos grises, valla que era lindo el tipo. Me dedicó una sonrisa amable, pero yo solo me fije en la gran mancha de pintura marrón que bajaba desde su cabello por un costado de su rostro.

-hay Dios mío, por favor pasa, ha, para que limpies un poco he- con mi dedo apunte mi rostro tratando de explicar esa gran mancha- todo eso.-

El chico río un poco -está bien - parodio una reverencia y dijo - me llamo Ashton Irwin por cierto.-

-me llamo ____ Moore.-

Ashton entró a casa, yo estaba tan avergonzada por mi torpeza que olvide señalarle donde está el baño, hubo un momento de silencio total hasta que el preguntó donde era del "tocador" parodiando nuevamente una reverencia.

Muy nerviosa indique con mi dedo donde se encontraba el "tocador" como él lo habida dicho.

-parece que me he topado con la guarida hipster- señalo Ashton una vez que salió del baño.

Yo me limite responder con una mueca, estaba tan avergonzada que o pude entender lo que trataba de decir.

-a juzgar por la pintura, seguramente te encontrabas pintando algo, utilizas lentes de pasta gruesa, además de tu camisa de los ramones, yo diría unas 2 tallas más que las tuyas- menciono el castaño.

Ya ni siquiera recordé que me había puesto esa camisa cuando llegue casa – no soy una hipster- negué con un tono bajo de enojo.

-eso es lo que todos los hipsters dicen- musito.

-pues yo no soy una hipster- reclame.

-como digas pequeña hipster- insistió

-ni siquiera soy tan pequeña- gruñí.

Ashton alborotó mi cabello recogido y subió las escaleras, lo seguí rápidamente a través de ellas, ¿acaso deje entrar a un lunático a mi casa? Probablemente.

Una vez que lo alcancé en el interior de habitación él se encontraba observando las pinturas de las paredes.

-hipster- susurró.

- sinceramente me estás cansado- respondí.

-lo lamento nena, no volverá a pasar- dijo para luego dedicarme un sonrisa.

Aclare un poco mi garganta, ese chico era bastante atractivo, pero por mas tentador que fuese, si mi madre encontraba a un extraño chico en mi habitación, podría empezar a olvidarme de conducir mi precioso Ford.

Luego de un momento de una pequeña charla logue que captara la indirecta de que debía irse antes de meterme en problemas, pero algo además de que me dio su nuero de teléfono me decía que lo volveria a ver. 

 


La Promesa (Luke Hemmings, Ashton Irwin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora