Un viejo carpintero que amaba su trabajo tenía el nombre de Sergei, este hombre día y noche hacía toda clase de cosas para poder vender, de todos modos estaba solo y no poseía mucho dinero, un día de mucha nieve y frío tuvo que salir en busca de madera para seguir trabajando, pero con tan mal clima, lo único que podría encontrar eran troncos para poder calentar su cuerpo, para trabajar no habría de ningún modo, en forma de milagro apareció en medio de la nieve un tronco de madera blanquecina que le llamó su atención por completo, lo tomó, llevó a su casa y elaboró durante el día y la noche la mejor de sus creaciones, era una muñeca, tan bella quedó que no quiso venderla, le puso de nombre Mastrioka.
Cuando Sergie comenzó a saludar cada día a Mastrioka ella comenzó a devolver el saludo y ya no estaba más solo con su compañía, pero un día ella estaba bien triste y le pidió que quería tener una hija, entonces él bajo su consentimiento le tomó madera de adentro para hacer una muñeca que fuera exactamente igual que ella y le puso de nombre Trioska, el tema es que un día ella también quiso ser madre, entonces tuvo que hacer lo mismo y así nació Oska, la cosa se estaba saliendo de control porque también quería ser madre y el problema es que solamente quedaba para quitar un trozo de madera, lo pensó mucho, pasado el tiempo se dio cuenta de que esto nunca terminaría, entonces esta vez hizo un varón, se lo dio a su madre y puso a cada una dentro de su madre hasta que quedó solo una muñeca y entonces desapareció esta.